Lázaro David Najarro Pujol
Cuba
Medios de comunicaciones, con intenciones malignas y manipuladoras mienten desviadamente respecto a las recientes elecciones en Cuba 2023, en las que fueron electos los 470 diputados a la X Legislatura la Asamblea Nacional del Poder Popular y transcurridas con la más absoluta tranquilidad.
Pretenden engañar cuando puntualizan en sus titulares la alta abstención de los cubanos en unos comicios en los que ejercieron el derecho al voto el 75,92 por ciento del patrón electoral: ocho millones 120 mil convocados a las urnas. El 90.28 por ciento de los votos fueron válidos.
Entre los medios está El País que tituló: Las elecciones parlamentarias en Cuba registran el mayor índice de abstención desde el triunfo de la revolución, cuando en estos comicios resultó superior a sufragios anteriores, en particular en comparación con el Referendo del Código de las Familias, es 1,8 por ciento mayor y 7,36 por ciento más que en las elecciones municipales.
Aunque parafraseando al presidente de Cuba, Miguel Díaz –Canel, los análisis de El País, nos resbalan a la mayoría de los habitantes de la Mayor de las Antillas, porque sus opiniones irrespetuosas tienen patas cortas.
Ninguno de esos medios refiere nada a las campañas contra las elecciones o las noticias falsa (llamada en inglés «fake new»), que circularon previamente , dirigidas a confundir y amedrentar, como las difundidas en redes sociales sobre la imposibilidad de acogerse al «parole humanitario» estadounidense, a los cubanos que ejerzan su derecho al voto.
En las elecciones presidenciales de Estados Unidos de América desde 1908 hasta 2020 (nación en la que de 206 millones de habitantes, solo 145 millones están registrados para votar, según datos de la Oficina del Censo), ninguna superar la alcanzada por Cuba en el contexto de una situación económica compleja y una inmensa inflación, originada, principalmente por el bloqueo económico, comercial y financiero causado impuesto por la nación norteña a la isla.
Las estadísticas que ofrece https://es.statista.com/estadisticas/1185444/participacion-en-las-votaciones-presidenciales-de-estados-unidos/ demuestran el cinismo de esos medios de comunicación respeto a Cuba: la más alta concurrencia a las urnas en Estados Unidos fue en 1908 cuando asistió solo el 65,8 por ciento, mientras que en 2020 no superó ni el 63 por ciento (62,4).
En los sucesivos años electorales, después de 1908: 1912, 59 por ciento; 1916, 61,8; 1920, 49,2; 1924, 48,9; 1928, 56,9; 1932, 56,9; 1936, 61 y 1940, 62,4 para mencionar algunas de esas elecciones en la potencia imperialista. En la elección presidencial de Barack Obama en 2008, fue de 61,9, mientras que en 2020, los votos contabilizados representaban el 62,4% de la población en edad de votar en los EE.UU.
Mientras unos ocultan el éxito de las elecciones, los Estados miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) felicitaron al pueblo y Gobierno de Cuba por la jornada electoral democrática celebrada el domingo y calificadas de claro mensaje a la comunidad internacional de la madurez y continuidad de la Revolución cubana y sus principios.
Eladio Gonzalez, de Argentina, comparte un articulo firmado por Sergio Ortiz titulado La democracia cubana, la mejor del hemisferio occidental, afirma:
CUBA ELIGIÓ DEMOCRÁTICAMENTE 470 DIPUTADOS A ASAMBLEA NACIONAL
La Semana Política
SERGIO ORTIZ. 29 de marzo de 2023
MUCHA PARTICIPACIÓN POPULAR
Los 11.1 millones de cubanos tienen muchos problemas económicos, en su mayor parte derivados del bloqueo estadounidense impuesto criminalmente hace 61 años. Y como ellos lo reconocen, aquellos problemas en menor medida son fruto de errores y limitaciones de su gobierno y de una pequeña porción de su población que, por ejemplo, sube los precios.
No obstante esa preocupación para vivir el día a día, los cubanos tienen alto nivel de conciencia política y elevada base cultural y educacional, fruto de la revolución y mantenida hasta nuestros días. Una manera práctica de medir ese compromiso es analizar cuánta gente va a votar, a quiénes vota y con qué esperanzas. Es que los enemigos de la revolución siempre maldicen al sistema socialista, lo acusan de dictatorial y promueven el boicot. Eso lo volvieron a intentar este 26 de marzo el imperio que acecha a 90 millas (144 km) y la gusanería que anida en Miami; también sus representantes públicos y agentes encubiertos de “Patria Sin Vida”, que promovieron el motín violento del 11 de julio de 2021. En esa ocasión no tuvieron éxito y ahora, en la cita electoral, tampoco.
El 26 de marzo los cubanos concurrieron a votar para elegir 470 representantes ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), su parlamento. El gobierno promovía el “Yo voto por todos”, en tanto los enemigos de la revolución apostaban al abstencionismo. Alina Balseiro, titular del Consejo Electoral Nacional (CEN), informó que la participación fue del 75,96 por ciento: sufragaron 6.164.876 personas sobre un padrón de 8.100.000. Los votos válidos fueron el 90,28 por ciento, en blanco 6,22 y anulados 3,50. El voto fue en 23.648 colegios electorales sin ningún hecho de violencia ni denuncia de fraude ni incidentes. Las urnas fueron custodiadas por niños pioneros, a diferencia de los países capitalistas donde lo hacen el Ejército y la policía, armados.
El 19 de abril se constituirá la X ANPP, que deberá elegir a su directiva, al Consejo de Estado y al presidente y al vice del país. El actual presidente, Miguel Díaz Canel, podría tener su segundo mandato de cinco años. Cualesquiera sean votados democráticamente para los cargos dirigentes y los diputados de la ANPP, su tarea será ciclópea por los problemas económicos que afronta el país.
UN BLOQUEO CRIMINAL
EE UU ya probó con Cuba la vía militar en Girón (abril de 1961) y le fue mal. También mantiene el bloqueo, condenado desde 1992 en treinta oportunidades por la Asamblea General de la ONU, sin que Washington acate esa decisión de la abrumadora mayoría de los países (última votación en 2022, 185 por Cuba y 2 en contra, EE e Israel). Los daños producidos a la Patria de José Martí, al momento de aquella votación en Nueva York ascendían a 154.270 millones de dólares, un dineral para cualquier país. Ese bloqueo fue agudizado por el neonazi Donald Trump con 243 medidas de refuerzo, mantenidas por su sucesor Joe Biden, demostrando que cuando se trata de asesinar a pueblos dignos los dos partidos estadounidenses no tienen grietas.
Además del bloqueo, desde tiempos de Ronald Reagan, en 1982, se incluyó a la isla en la lista de países que patrocinan el terrorismo; eso se mantuvo hasta la administración Obama, 2015, pero fue reimplantada por Trump y Biden. El daño a Cuba no es tanto político, porque la mayor parte del mundo advierte que aquella es una mentira atroz. Se sabe que la isla es la víctima del terrorismo norteamericano (638 intentos de asesinar a Fidel Castro, bomba en el avión de Cubana sobre Barbados en 1976 con 73 muertos, atentados y bombardeos con 3.048 cubanos asesinados y 2.099 heridos). El daño es sobre todo financiero, porque al estar incluido en esa lista de “estados terroristas” se impiden o dificultan seriamente las operaciones crediticias y financiamiento de la economía caribeña.
Por eso las actuales y las futuras autoridades cubanas la tendrán muy difícil, como ha sido la norma en estos 64 años de revolución. Y más en tiempos de inflación mundial, guerra de la OTAN en Ucrania contra Rusia, aumento de precios de la energía y alimentos, suba de tasas de interés y otras consecuencias que pegan al mundo. Dentro de todo la isla estará algo mejor, porque la previsión del aumento del PBI para América Latina en 2023 es de sólo 1.3 por ciento, en tanto para Cuba su ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, informó una meta del 3 por ciento.
En la lucha por mejorar la economía y el nivel de vida de la población, las autoridades son conscientes de que deben subir la calidad de su gobierno. El primer ministro Manuel Marrero Cruz, que visita ciudades al igual que Díaz Canel, declaró que debían superar el “autobloqueo, las ineficiencias y chapucerías”. El burocratismo es una enfermedad a curar y para eso lamentablemente no tienen las cinco vacunas que sí pudieron fabricar contra el COVID-19.
UNA DEMOCRACIA HERMOSA
Al margen de las campañas mentirosas del imperio y sus agencias internacionales de prensa, secundadas en Argentina por Clarín, La Nación y Desinfobae, las elecciones de Cuba han sido hiper democráticas. Para el imperialismo y sus aliados oligárquicos de cada país pasaron inadvertidas. No tuvieron un minuto en los medios. Las invisibilizaron. Quizás porque no podían mostrarlas y seguir hablando de “dictadura comunista”.
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