Gabriel Boris presidente de Chile y Gustavo Petro, presidente de Colombia
Gustavo Alvarez Gardeazábal
El Porce
El viejo refrán de cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar ,queda de perlas repetirlo hoy en Colombia cuando se sabe que en Chile el partido Republicano, que agrupa a las derechas, obtuvo el domingo un arrasador triunfo en las elecciones de miembros de la nueva Constituyente que van a reunir para redactar otra Constitución.
En nuestro país no tenemos una inminente convocatoria a elegir una Asamblea Constituyente aunque ganas no le faltan al señor presidente cada que sale al balcón. Pero en octubre tendremos unas elecciones para gobernadores y alcaldes ,diputados y concejales en donde se podrá medir cuanto espantan las equivocaciones de Petro y su Pacto Histórico en el manejo nacional.
Y si Boric, en Chile, fresco y racional aunque muy novato, ha venido descendiendo vertiginosamente en las encuestas de aprobación y acaba de dar ese resultado, en Colombia, de aquí a octubre con el bajón que sufre mes a mes el presidente Petro en su aceptación como mandatario (ayer solo obtuvo el 30%),nada de raro tendría que el fracaso del presidente chileno lo sufra en carne propia el de los colombianos y sus candidatos.
Por supuesto Colombia no es Chile y en la derecha colombiana no hay quien aglutine porque desde que Uribe flaqueó de sus cuartos traseros como las mulas de arriería, la ambición de los contratos del estado impiden a sus émulos sobresalir.
Pero si en Colombia fundaron el Pacto Histórico para obtener un resultado contundente juntando 11 vertientes diferentes de la izquierda, y en Chile pudieron cuajar el Partido Republicano ,la posibilidad de oponer en Colombia un Pacto Republicano al Pacto Histórico nos llevaría a esa polarización que tanto encanta para poder votar en contra y no a favor.
Solo entonces en la medida que Petro y los suyos dividan en pedacitos a los rivales del gobernante en departamentos y municipios y no dejen surgir ningún líder nacional antipetrista, en Colombia no pasará lo de Chile.