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LÍDERES GRANCOLOMBIANOS

Horacio Gómez Aristizábal, Primer Abogado Nocturno de la UGC

 

 

Gerney Ríos González

Hace 74 años, no había un universitario en el país del «sagrado corazón», hijo de un campesino, un artesano o un obrero. La educación superior era elitista, clasista, excluyente y para familias privilegiadas. Apareció la revolución en la educación superior, liderada por Julio César García Valencia, fundador de la Universidad La Gran Colombia y en sus vetustas instalaciones, estudiaría el tratadista Horacio Gómez Aristizábal, autor de 60 libros y creador de varias figuras jurídicas, verbigracia, la justicia sin rostro, los infiltrados, beneficios por colaborar con la justicia, el ejército antiguerrillas y otras revolucionarias teorías.

Quienes hemos pasado por sus aulas, sentimos profundo orgullo de pertenecer a la emblemática UGC y de platicar con personajes que han dejado profunda huella como es el jurista e historiador, Horacio Gómez.

¿Algunos comentaristas consideran que antes de la Universidad La Gran Colombia, la educación superior era privilegio de las castas dominantes y que los desheredados de la fortuna no tenían acceso a la U? 

HGA. No es una novedad, ni un misterio, recordar que Colombia siempre ha estado gobernada por una casta dominante, hoy menos que antes. La historia repite que, en la época de la independencia, el 95 por ciento de los habitantes eran analfabetos y fue la clase ilustrada, una minoría brillantísima, la que derrotó al imperio español. Francisco Miranda, Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, José María Córdova Muñoz, Antonio Ricaurte Lozano, pertenecieron a los grupos más poderosos y mejor estructurados. A pesar de todo hubo con la libertad de 1819, puertas abiertas para algunos se impusieran con su talento y carácter.

En los años 50s subsistían irritantes desigualdades. La más oprobiosa de todas consistía en que la universidad estaba reservada a los hijos de los ricos y las castas dominantes. No existían, por regla general hijos de campesinos universitarios. Lo precedente equivalía a decir que unos nacían para gobernar y reinar, y otros para obedecer y trabajar. Unos eran preelegidos de la fama y el poder, y otros condenados a sudar y vivir subyugados. Así surgió la U. nocturna La Gran Colombia.

¿Al permitir que unos colombianos trabajaran de día y estudiaran de noche, el nivel académico disminuiría, pues estudiar de 6 de la tarde, hasta 10 pm, bajaría la lucidez mental? 

HGA. Muchos voceros de la educación superior, afirmaron con énfasis que las universidades nocturnas proletarizarían la abogacía y degradarían los títulos de las otras profesiones. Argumento no válido, los mejores diplomáticos e internacionalistas estudiaban en la UJTL de noche.

¿Qué grancolombianos han sobresalido a nivel nacional y global? 

HGA. Entre ministros recuerdo a Jaime García Parra, uno de los líderes políticos y gremiales más importantes en la historia de Colombia, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), presidente de Acerías Paz del Río, fue Ministro de varias carteras: Hacienda y Crédito Público, comunicaciones, minas y energía, encargado del min-trabajo; Embajador de Colombia en Estados Unidos y Embajador de Colombia ante la Corte de St. James en Londres. Egresado de la Facultad de Derecho de la UGC, donde llegó después de haber perdido su cupo en la Universidad Javeriana. Recuerdo siempre que Usted, Gerney, lo entrevistaba la fotografía perenne de las palabras del rector-fundador de la UGC, Julio César García Valencia, que García Parra rememoraba, «lo esencial era que el joven se pudiera formar y retornar a su casa asimilando las enseñanzas entregadas en clase…que el mensajero de la oficina, después de caminar por Bogotá durante el día, pudiera conocer la cultura por la noche…».

Referenciar a Gabriel Rosas Vega, graduado en economía, Senador de la República, Ministro de Agricultura, dirigente gremial, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Asoexport), Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Javeriana. Referir al ingeniero civil Carlos Hernán López Gutiérrez, Ministro de Transporte, secretario de obras públicas de Cundinamarca y del Distrito, igualmente a los ministros de defensa generales Rafael Zamudio Molina y Oscar Botero Restrepo, quienes son egresados de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas; al general Camilo Zúñiga Chaparro, comandante de las Fuerzas Militares y abogado UGC. Todos embajadores de Colombia.

Destaco los magistrados y magistradas de las altas cortes: Fernando Arboleda Rippoll, igualmente Embajador de Colombia en Ecuador, Ana Margarita Olaya Forero, Octavio Augusto Tejeiro Bustos, Martín Emilio Beltrán Quintero, Olga Yineth Merchán Calderón, Ernesto Forero Vargas, Carlos Augusto Gálves Argote, César Augusto Reyes Medina, Benjamín Ortiz Torres y Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez, expresidenta del Consejo de Estado. Recuerdo al presidente de la República Belisario Betancur Cuartas, Decano de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la UGC en 1957, igualmente al catedrático Carlos Andrés Pérez, mandatario de Venezuela.

Yo, he sido Conjuez de las Altas Cortes, y en algunos empates mi voto era la voz de las corporaciones.

¿Otras universidades han obtenido iguales o superiores logros que La Gran Colombia, lo cual interpreto que los méritos atribuidos a nuestra alma máter, no es algo excepcional? 

HGA. Un momentico. La tesis central en esta entrevista es sostener la sólida moral y la excelencia científica-humanística del profesional grancolombiano nocturno. En términos de porcentaje la UGC logra ventaja, pues hablo de una sola universidad, el resto pueden superar más de 250 instituciones de educación superior, con varios siglos de existencia.

Rememoro, como abogado nocturno UGC, impulsé la llamada Justicia sin Rostro, revolución jurídica de imponer la norma en la cual, testigos, peritos, el juez y otros cooperantes, no firmaron con su nombre y apellido sus aportes y se identificara dactilarmente, para evitar ser asesinados por terroristas o delincuencia organizada. Hice famosa una frase: «Es menos grave un juez sin rostro, que un juez asesinado». El que declarara contra un Pablo Escobar, era eliminado él y su familia. Ante este drama la propuse, como lo hizo Italia cuna del derecho, en la justicia aplicada a la mafia siciliana. Los funcionarios se identificaban con un símbolo, y éstos y sus familias cambiaban sus nombres en el registro gubernamental, eran favorecidos con una gruesa suma de dinero, cinco mil millones o más, se residenciaban en otro país. Procedimiento que salvó muchísimas vidas.

En cuanto a la guerrilla, apoyada en la estrategia utilizada por Estados Unidos en Vietnam, se estructuró un ágil ejército antiguerrilla, con uniformes novedosos: blanco en zonas nevadas, saraviado en la selva y verde oliva en el sector urbano. La legislación me la facilitó el Embajador de EEUU en Colombia. Todo difundido en el libro Teoría Gorgona, con el auspicio de José Galat, rector en ese entonces de la UGC. En la Isla Gorgona estaban terroristas sanguinarios; con rigor se escogían algunos de éstos presos, y si daban resultados, localizando a los cerebros más temidos y buscados por la justicia colombiana, se les premiaba en la forma explicada, ubicándolos en otra nación.

¿Cuáles las innovaciones pedagógicas implementadas por la Universidad La Gran Colombia, presidida por primera vez en la actualidad por un egresado, el abogado Marco Tulio Calderón Peñaloza?  

HGA. Muy pertinente el tema de la enseñanza impuesto por La Gran Colombia. En este centro universitario se terminó con la cultura memorística, para imponer la cultura de la inteligencia. La abogacía y cualquier profesional, no se resume en memorizar conocimientos, sino en digerir racional y dinámicamente las valiosas enseñanzas, es decir, pasar de la pedagogía pasiva a la pedagogía activa. El profesional que actúa pensando, analizando, creando e innovando, derrota al acartonado y rígido, sometido a normas anquilosadas. El docente burocratizado se estanca, y atascarse es retroceder. Nuestra Universidad, lo dice y reitera el rector Marco Tulio Calderón, ha tenido como prioridad, colocar en las cátedras a los primeros entre los mejores profesores. Por eso el egresado, brilla en todos los frentes y grupos geo socioeconómicos.

«En La Gran Colombia se terminó con la cultura memorística, para imponer la cultura de la inteligencia».