«La paloma de la paz» estará junto al féretro de Fernando Botero, durante los homenajes en el Capitolio colombiano.
El desplazamiento fue ordenado por instrucción del presidente Gustavo Petro, quien expresó que «durante los homenajes al maestro Fernando Botero, su obra, la Paloma de la Paz, lo acompañe».
El reloj marcaba las 11:00 a.m. y la imponente Paloma de la Paz se preparaba para «tomar su vuelo», desde la Casa de Nariño, al encuentro con su creador en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional.
Sus alas blancas, su cola desplegada y su pico dorado, toda ella fundida en bronce fundido y sus 75 kilogramos de peso, fue inspeccionada cuidadosa y meticulosamente por personas del Ministerio de Cultura y el Museo Nacional y resguardada por miembros del Batallón Guardia Presidencial del Ejército, Casa Militar y la Policía, para asegurar sin contratiempos su llegada junto al maestro Fernando Botero.
Se cuidaron todos los detalles; de eso se ocuparon con documentos, pólizas y ficha técnica, cerca de 60 personas para que esta travesía de 360 pasos entre la puerta de la Plaza de Armas y el Salón Elíptico de la Cámara de Representantes, fluyera sin tropiezo alguno.
Su viaje fue con todos los honores militares. Esta escultura que representa el Acuerdo de Paz firmado entre el Estado y los miembros de las extintas FARC en 2016, consigue reunir la atención de propios y extranjeros en torno a un mismo propósito: que el ave se reencuentre con su creador.
Este desplazamiento fue ordenado por instrucción del presidente Gustavo Petro, quien expresó que «durante los homenajes al maestro Fernando Botero, su obra, la Paloma de la Paz, lo acompañe».
Aunque el operativo de su traslado duró 30 minutos, previo a ello un gran equipo humano, definió la mejor manera de que la obra no enfrentara ningún problema.
En esta especial ocasión, cuatro miembros del Batallón Guardia Presidencial se encargaron de llevar, a paso marcial, la Paloma de la Paz de 64 cm de alto, 51 cm de ancho y 59 cm de largo.
A bordo de un guacal azul diseñado exclusivamente para su traslado, transitó en medio de 100 uniformados que la escoltaron al Congreso de la República, mientras se escuchaban las notas de la marcha ‘Antiguos Camaradas’, interpretada por la banda de esta división del Ejército Nacional.
La Paloma de la Paz, junto a su creador, estarán dispuestos para todas las personas que deseen rendirle un último tributo al maestro Fernando Botero en el Capitolio Nacional.
Cuatro miembros del Batallón Guardia Presidencial custodian al maestro Fernando Botero y su emblemática obra la Este desplazamiento fue ordenado por instrucción del presidente Gustavo Petro, quien expresó que «durante los homenajes al maestro Fernando Botero, su obra, la Paloma de la Paz, lo acompañe».Paloma de la Paz».
Paz que necesita «un vuelo sostenido», al que hace referencia el presidente Gustavo Petro Urrego.
Esta escultura que representa el Acuerdo de Paz firmado entre el Estado y los miembros de las extintas FARC en 2016, consigue reunir la atención de propios y extranjeros en torno a un mismo propósito: que el ave se reencuentre con su creador.