Israel sigue bombardeando a los palestinos sin ningún control
«De nuevo una vez más mi pensamiento va a lo que está sucediendo en Israel y en Palestina. Estoy muy preocupado, afligido, rezo y estoy cerca de todos lo que sufren, de los rehenes, de los heridos, de las víctimas y de sus familiares.
Pienso en la grave situación humanitaria en Gaza y me aflige que también el hospital anglicano y la parroquia greco-ortodoxa hayan sido alcanzados en los días pasados. Renuevo mi llamamiento para que se abran espacios, se siga permitiendo que llegue ayuda humanitaria y se libere a los rehenes», dijo el Papa Francisco luego del rezo del Ángelus este domingo 22 de octubre.
«La guerra, toda guerra que hay en el mundo – pienso también en la martirizada Ucrania – es una derrota. La guerra siempre es una derrota, es una destrucción de la fraternidad humana. ¡Hermanos, deteneos! ¡Deteneos!», puntualizó.
Minutos antes, en la exhortación del Evangelio el Papa pidió contribuir a la sociedad sabiendo que pertenecemos a Dios.
Lo que Jesús quiere decirnos, observa Francisco, es que hay que dar la importancia debida al César y a Dios: hay que respetar la política, las instituciones que se ocupan de la vida social. Pero recordando siempre que Dios es nuestro Señor.
El Papa afirmó: Debemos restituir a la sociedad lo que nos ofrece a través de nuestra contribución de ciudadanos responsables, prestando atención a lo que se nos confía, promoviendo el derecho y la justicia en el mundo del trabajo, pagando honestamente los impuestos, comprometiéndonos por el bien común y etcétera. Pero, al mismo tiempo, Jesús afirma la realidad fundamental: que a Dios pertenece el hombre, todo hombre y todo ser humano.
El Papa Francisco recordó que, para el próximo viernes, 27 de octubre, he convocado una jornada de ayuno, de oración y de penitencia, en la plaza de San Pedro, en oración para implorar la paz en el mundo.
Se celebró la Jornada Misionera Mundial, que lleva por tema «Corazones ardientes, pies en camino». ¡Dos imágenes que dicen todo! Exhorto a todos, en las diócesis y en las parroquias a participar activamente.
Concluyó deseando felicidad. «También a vosotros, muchachos de la Inmaculada. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto».
Francisco preocupado por la violenta arremetida contra el pueblo de palestina.