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Crónica de Gardeazábal: LA CORRUPTELA  ES VERDE

La fiscalía General de la Nación se conoce como  «la Cueva de Rolando». Varios fiscales convirtieron esa entidad de la justicia en una organización criminal. El resto de las instituciones también fueron permeadas por la corrupción. 

 

Gustavo Álvarez Gardeazábal

El Porce,

Por estos días andan demostrando en artículos de revistas, diarios y redes que la corruptela que ahorca al régimen es verde y como tal le han formado la escandalera al director de la orquesta múltiple de los once grupos mamertos que se coaligaron para ganarle a Rodolfo Hernández la presidencia.

Creo que no es para tanto. La corruptela no solo es verde. Ha sido de todos los colores desde el principio de los principios, desde cuando Nariño le echó mano a los diezmos y Santander a la finca de Hatogrande.

La corruptela ha sido roja o azul, rojaspinillista como cuando la repartisiña de Sendas o uribista cuando el cruel invento de los falsos positivos para estimular la carrera de los militares.

Por estos días es verde y la hacen más verde aún porque se alimentan  de que la gran coalición de los once grupos mamertos está pegada con babas y los más recalcitrantes o emes irredentos quieren desbancar a los metidos y quedarse solos con la torta.

El epicentro es el ahora Director de la Agencia Nacional de Inteligencia. La escanografía que le hizo Akerman en el último número de la revista Cambio es como para que los oligarcas derechistas compren suscripción.

Pero las gentes de Boyacá dicen que si escarban el pasado y las aureolas de la destituida consejera presidencial, la doctora Ortiz, el asunto sería peor para los verdes y, obviamente para el régimen.

Quienes la conocen han afirmado   en redes ,y a viva voz, que la señora exconsejera es tan capaz de  haber hecho lo que se le acusa adquiriendo la voluntad de los presidentes de ambas cámaras igual a como el señor Pinilla  tejió su red desde la alcaldía de Sabana de Torres en el inmediato pasado.

La corruptela entonces se riega como telaraña y no es solo verde porque en Bucaramanga demuestran que cuando vivía el Ñeñe, en las épocas de Duque,y era  propietario de una finca precisamente en Sabana de Torres, alcanzó a meter  la mano en este bazar de vivarachos robagallinas en que ha caído ahora el régimen.