Algunos profesores protestan por la implementación del nuevo sistema de salud que ha ocasionado problemas.
El Porce
Una gran mayoría de compatriotas estamos convencidos que el gobernante quiere cambiar las estructuras del país invirtiéndolos su caminado, poniéndolas patas arriba o desordenándoles.
Siguiendo el desfasado esquema leninista de que debe destruirse todo lo que funciona para que sobre las ruinas se pueda construir un nuevo orden social, político, administrativo y judicial, se insiste terca y fanaticamente en el cambio sin medir el daño.
En muchos focos del estado lo ha intentado. En muy pocos ha podido lograrlo. En algunos apenas ha conseguido frenar sus actividades dándoles marcha atrás.
Lo que están sufriendo los maestros que tanto lo apoyaron desde Fecode y que siempre encabezaban sus marchas es la mejor expresión de como se puede destruir lo que funcionaba para causar daño o saciar alguna venganza oculta.
Les volvió añicos el servicio médico. Pero lo que desde hace unos dias está tramando el gobernante con la Universidad Nacional no solo le echa reversa al país sino que pone en jaque una entidad que había venido lentamente consolidando prestigio, desarrollo y respeto y, que fundamentalmente había convertido la calma en una cualidad que por tantos años le fue distante .
En una pataleta propia de quienes no saben ni pueden admitir la derrota ,el gobernante resolvió impugnar de burdas maneras legales la elección del nuevo rector de la Nacional y armó el despelote.
Ante el resultado inteligente de los trucos matemáticos o leguleyos del ex rector Mantilla, se eligió un rector diferente al que el gobernante quería imponer.
Como no sabe perder, se salió de quicio, puso como pajecitos ridículos a los ministros de Educación y Cultura y armó el desorden. Si fuese solamente una satisfacción intima de su siquis ,hasta la pasaríamos.
Pero volver otra vez la Nacional un mierdero hace pensar que Colombia ya está sintiendo que debe ser alguien más cuerdo ,más sensato y menos vengativo quien debe gobernarla.