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Primer tiempo del gobierno Petro: LO BUENO Y LO MALO

Gustavo Petro Urrego, presidente de Colombia.

Repunte de la imagen positiva  del presidente Petro

 

 

Bernardo Ordóñez Sánchez

Transcurridos casi dos años del gobierno Petro, y llegando a la mitad del mismo, lo que en el argot del fútbol sería el primer tiempo, es prudente  realizar algunas evaluaciones de lo transcurrido hasta el momento.

Lo bueno, en cuanto a la economía, el mes de abril  pasado marcó un crecimiento de la economía comparado con el mismo mes del año anterior de 5.7 por ciento.

Se mantiene la regla fiscal, se sostiene el grado de inversión extranjera, se cumple con los compromisos de pago en la deuda internacional. La aprobación de la jurisdicción agraria, aprobación del cupo de endeudamiento y el mantenimiento bueno de la calificación  del riesgo. Hay mejor percepción internacional en el manejo de política ambiental y energética. Vigilancia y golpes en la lucha a las drogas. Mayor cubrimiento en la atención social a la población vulnerable y de pobreza e impulso sostenido en la tecnología, conectividad, inteligencia artificial.

En la  encuesta de junio de 2024 del Centro Estratégico de Geopolítica CELAG,  la sensación de la situación de Colombia arroja que un 36.8 por ciento tiene esperanza y confianza, el 39 por ciento indiferencia e incertidumbre y el 25.2 decepción y enojo. Sin embargo el 60 por ciento califica como mala la gestión del país y un 39.2 por ciento buena. La imagen del presidente Petro  un 42.1 positiva,  negativa  48.3 por ciento.

Lo malo: El gasto de los hogares ha disminuido, mientras que la deuda de las familias ha aumentado. El desempleo en dos dígitos y el presupuesto nacional desfinanciado que no permite cumplir inversiones presupuestadas. Estancamiento en la política de vivienda, construcción e infraestructura; leve aumento de cierre de empresas y poco crecimiento de nuevas; moderado crecimiento agrícola, retraso en compra de tierras. Desgaste en el manejo de la política internacional.

El recaudo del gobierno ha disminuido, obligó hacer  anticipos de renta en el 2024  dando como resultado que las empresas pidieran devolución de saldos.  Incremento de la tasa de cambio, volvimos al dólar por encima de cuatro mil.

La aprobación de la Reforma Tributaria con participación de todos los partidos  impuso por primera vez  un impuesto a la comida, aceleró el crecimiento de la inflación, cuando en pasado por  menos  casi incendian el país. Esto lo situó en una baja popularidad, hasta el punto que llegó al 27 por ciento.

La falta de resultados en las conversaciones de paz y el incremento heredado de la violencia le la ha pasado una cuenta alta de cobro.

El error inicial de acabar la coalición de gobierno que le enredó las relaciones en el Congreso.

El gobierno celebra la Reforma Pensional, a pesar de tener riesgo de inconstitucionalidad, sin que los sectores políticos y empresariales han sido muy tibios en el análisis la hubieran criticado con vehemencia; por parte de los  fondos de pensiones estos están de acuerdo con ella porqué les aumenta la comisión. La Reforma Laboral, aprobada en primer debate sin mayor consenso, un poco peluqueada pero viva para la siguiente legislatura. La inflación alta, si bien está estable no baja, deteriorando la capacidad de compra de la población. La seguridad, en especial en el sur del país,  es cada día más crítica, complicando la producción, movilidad y tranquilidad. Se concertó la aprobación de la reforma educativa, no le gustó al sindicato de Fecode y el gobierno la retira.

El que sí que no de una constituyente  ha generado  incertidumbre, desconfianza e inseguridad. Pero también ha servido de globos creando una narración por parte del gobierno que no lo deja gobernar. Las denuncias de corrupción en la UNGR, los malos manejos del Plan de Alimentación Escolar;  la baja ejecución presupuestal dan cuenta de una retrasada gestión administrativa.

Del examen anterior, todo parece indicar que es el manejo político del país  lo que más  está calificando la gente. No es por la economía, la paz, las relaciones internacionales, corrupción etc. Habrá que preguntarse ¿Cuál es la prioridad de la gente? ¿Esa recuperación de opinión positiva  a qué se debe?  ¿O es una muestra de lo que  mejor está haciendo el presidente?

Al prepararse para iniciar este segundo tiempo, los anuncios del Ministro del Interior que el gobierno recomponga la coalición que inició en la primera legislatura con la participación burocrática, le va  facilitar  que las reformas de  salud, educación, política y otras no menos importantes sean aprobadas en las dos legislaturas que faltan.

Si bien es cierto, el presidente mejoró en opinión, todavía falta para pasar el examen. Hay tres frentes que son primordiales: uno solucionar el tema de la Paz, hacer que se cumplan los acuerdos ya firmados; dos la implementación de la Reforma Agraria con las herramientas que ya tiene y tercero dar mayor prioridad a escuchar las peticiones sociales de los territorios para restablecer la seguridad ciudadana.

El país espera  un mensaje contundente  de anticorrupción, como también cambiar  la narrativa  de inseguridad constitucional y jurídica.