El paro de la opisición 

Gustavo Álvarez Gardeazábal

El Porce

El presidente de la república ha dicho públicamente que el golpe de estado que se había preparado en su contra, está caminando.

La afirmación la hizo luego de conocer que el CNE,  aupado por el fallo del Consejo de Estado,dio luz verde  a la discusión final de la  acusación contra su campaña por haberse saltado los topes. Obvio, le teme  a una consecuencia: el juicio político que podría hacerle el Congreso.

Pero como ese proceso tiene instancias de defensa o nulidad, que él  y sus abogados pueden usar ,su manía de sentirse siempre víctima, lo lleva a pensar  que un juicio político es un golpe de estado.

Cualquier abogado sabe que ese proceso es la  aplicación de la Constitución y las leyes para juzgar a quien posee el fuero presidencial .Y como todos sabemos que   en un país de contratos y contratistas  bien puede usarlos  para controlar la mayoría de la votación, como pasó cuando Ernesto Samper ,suena exagerado lo del golpe.

A mi ,en cambio, me parece que el presidente esconde detrás de su denuncia de golpe, las ganas y la posibilidad que imitando a Fujimori, pueda darse el autogolpe.

Con no solucionar el paro de camioneros, sino agravarlo . Con seguir alentando los ejércitos y bandas de traquetos disfrazados dizque de disidencias de las FARC .

Con no combatir al ELN que repite su historia de volar oleoductos.

Con impulsar la inminente crisis en la salud al dejar morir las EPS.

Con el racionamiento eléctrico de que habla el Contralor.

Pero sobre todo, acosado por las actuaciones  dolosas de sus alfiles robagallinas, el presidente tiene derecho a pensar en buscar una salida al futuro .

Por eso repica sobre el general Melo, que en el siglo 19 se proclamó dictador con un autogolpe.

Lo tiene en la cabeza . Y es que ante la  promovida conmoción nacional  y su desprecio por las Cortes,le bastaría decretar estado de emergencia,  cerrar el Congreso y restringir el accionar de las fuerzas armadas  frente a los ejércitos de los traquetos.

No parece importarle si iríamos a la guerra civil o a la balcanización. Como presidente cree que tiene derecho a defender su mandato.