Héctor M.Sánchez A.
Reducción de Víctimas Fatales en Colombia: Avances y Desafíos en Seguridad Vial.
Entre enero y diciembre de 2024, Colombia experimentó una disminución del 20% en el número de víctimas fatales por accidentes de tránsito, según el reporte preliminar de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
Las cifras pasaron de 8.405 víctimas en 2023 a 8.271 en 2024, lo que refleja un avance importante en la reducción de fatalidades en las vías del país. Sin embargo, las variaciones a nivel territorial revelan tanto progresos como desafíos persistentes en varias regiones.
Reducción en varias regiones, pero también incrementos preocupantes.
El análisis de los datos por departamentos muestra avances destacados, especialmente en algunas zonas del país.
El departamento de Amazonas lidera la disminución, con una reducción de hasta un 67%, seguido por Vichada y Guaviare, con caídas del 31% y 21%, respectivamente.
Estos descensos son reflejo de las medidas de prevención que, aparentemente, están surtiendo efecto en estas regiones.
Sin embargo, no todos los departamentos siguen esta tendencia. Putumayo y Guainía registraron aumentos alarmantes en las cifras de víctimas fatales, con incrementos del 23% y un dramático 200%, respectivamente.
Estos datos subrayan la necesidad urgente de fortalecer las políticas de seguridad vial en regiones donde la situación se ha deteriorado.
Los departamentos con mayores cifras absolutas de víctimas continúan siendo Antioquia y Valle del Cauca. Antioquia mantiene la primacía con 1.093 víctimas fatales, mientras que Valle del Cauca presenta un leve aumento del 1%, pasando de 854 a 856 casos.
El caso de Boyacá: un ejemplo de progreso
Aunque las estadísticas generales muestran áreas de preocupación, el caso de Boyacá es uno de los pocos departamentos que logró una reducción en las fatalidades. En 2023, el departamento registró 230 víctimas fatales, cifra que descendió a 226 en 2024, lo que representa una disminución del 2%.
Esta caída en los números de muertes es un indicio de que las estrategias de seguridad vial implementadas en la región están dando resultados positivos, aunque el trabajo debe continuar para mantener esta tendencia a la baja.
Cifras preocupantes en las principales ciudades. El panorama en las principales ciudades del país también presenta variaciones significativas. Bogotá D.C., que sigue siendo la ciudad con el mayor número de víctimas fatales, reportó un aumento del 5%, con 652 víctimas en 2024.
Otras grandes ciudades, como Cali y Medellín, también experimentaron incrementos, con aumentos del 8% y 19%, respectivamente. Estos aumentos son preocupantes y resaltan la necesidad de redoblar los esfuerzos de prevención y control en las áreas urbanas más pobladas.
Sin embargo, también hay buenas noticias. Leticia y Quibdó lograron importantes reducciones en sus cifras de víctimas fatales, con descensos del 67% y 33%, respectivamente. Este tipo de logros demuestra que es posible reducir las muertes en las vías mediante políticas de seguridad vial bien orientadas.
En Tunja, la reducción fue más moderada, con una disminución del 4% en el número de víctimas fatales, de 26 en 2023 a 25 en 2024. Aunque es una caída menor, refleja una tendencia positiva que debe ser potenciada.
Lecciones y desafíos
A pesar de la disminución general en el número de víctimas fatales, el informe deja en claro que aún queda mucho por hacer para mejorar la seguridad vial en Colombia.
Las regiones con incrementos preocupantes, como Putumayo y Guainía, requieren atención urgente y estrategias específicas para frenar la creciente cantidad de muertes en sus carreteras.
Por otro lado, los departamentos y ciudades que lograron reducir sus fatalidades ofrecen valiosas lecciones sobre la eficacia de las políticas de seguridad vial.
Es fundamental que estas experiencias sean compartidas y replicadas en otras regiones, especialmente en aquellas con mayores índices de accidentes y muertes en las vías.
El análisis de estos datos debe ser la base para el desarrollo de políticas públicas más efectivas, orientadas a salvar vidas y garantizar que las estadísticas de víctimas fatales continúen en descenso en los próximos años.
La seguridad vial es una responsabilidad compartida, y el compromiso de todos, desde las autoridades hasta los conductores, es crucial para lograr un país con menos tragedias en las carreteras.