Opinión, TOP

AMÉMONOS A NOSOTROS MISMOS

Démonos un abrazo. Saludémonos con amor y brindémonos un voto de confianza. 

 

 

 

Óscar Javier Ferreira Vanegas

No es egoísmo; es la comprensión del valor de la autoestima, como seres independientes y autoconscientes.

Al despertar, después de un viaje hacia lo desconocido, donde perdemos la conciencia, y el cuerpo descansa y se renueva, volvemos a ser y tener conciencia de lo que somos.

Démonos un abrazo. Saludémonos con amor y brindémonos un voto de confianza. Pendientes siempre de los demás, nos olvidamos de nosotros. A veces nos maltratamos, nos recriminamos y dudamos de nuestras capacidades.

Somos seres vivos; estamos aquí y ahora; pero nuestra responsabilidad comienza con nosotros mismos. De nada sirve haber logrado acuerdos y la aprobación de importantes proyectos, si a las cuatro de la tarde no hemos almorzado, y nuestro cuerpo estresado nos anuncia que algo está mal, y nos produce un dolor de cabeza. Y tomamos una pasta química para calmar el dolor.

La estabilidad física y emocional se logra cuando mente y cuerpo funcionan armónicamente, lo que se refleja en una salud adecuada. Alimentemos nuestro cuerpo con nutrientes saludables , evitando la comida chatarra. Muchas veces, en las reuniones, se reparten chitos, papas fritas y gaseosa, como atención a los presentes. Un veneno en pequeñas dosis. Y cuando llegamos a casa, nos divertimos con juegos virtuales de guerra, donde el premio se recibe según los disparos acertados en matar al enemigo. No olvidemos que alimentar nuestra mente saludablemente, también es nuestra responsabilidad. No le quitemos sueño a nuestro cuerpo, que necesita descansar. Después de las diez de la noche, el organismo pone a funcionar sus ritmos infradianos, donde en cada hora, un órgano se está renovando.

Y los fines de semana, de diversión, la recreación se convierte en una batalla etílica. Después de permanecer varias horas en un ambiente acalorado, salimos al sereno de improviso, sin esperar un momento para adaptarnos al cambio.

Cuidémonos, amémonos; cuando nos sentimos bien, ello se refleja en nuestras relaciones familiares y laborales  Forzar la máquina fisiológica, acarrea daños a veces irreversibles. Es cuestión de conciencia. Aprendamos a cuidarnos, para cuidar a quienes nos rodean. Amémonos  para poder amar y emprender el camino;  así podremos  entender y ayudar a los demás. Demos un beso de buenas noches a nuestros seres queridos. Y saludemos el día con una sonrisa, pidiendo a Dios su bendición y apoyo.