Ciudad de Panamá
En un giro que tensa aún más las relaciones geopolíticas en América Latina, Estados Unidos ha comenzado el despliegue de tropas en territorio panameño. La decisión, que según fuentes cercanas a Washington responde a las presiones ejercidas por la administración de Donald Trump, tiene como objetivo principal reafirmar el control estadounidense sobre el estratégico Canal de Panamá.
Sin embargo, el alcance de esta movida va más allá del dominio de una infraestructura vital para el comercio y la defensa a nivel global. Analistas señalan que este despliegue militar es una clara estrategia para contener el creciente ascenso de China como potencia mundial y frenar su cada vez mayor presencia e influencia en la región latinoamericana.
El Canal de Panamá, una arteria crucial para el tránsito marítimo internacional, se ha convertido así en un nuevo escenario de la intensa pugna por la hegemonía global entre Washington y Pekín. La presencia militar estadounidense en suelo panameño busca asegurar que esta vía de comunicación estratégica permanezca bajo la órbita de influencia de Washington, limitando el margen de maniobra de la potencia asiática en la zona.
Aunque los detalles específicos del número de tropas y la duración del despliegue aún no se han hecho públicos, la noticia ha generado diversas reacciones en la región. Mientras algunos gobiernos podrían ver con buenos ojos una mayor cooperación en seguridad con Estados Unidos, otros podrían interpretarlo como una injerencia en la soberanía panameña y una escalada en la competencia entre las dos superpotencias.
La cesión de Panamá a las presiones de Washington marca un punto de inflexión en la dinámica de poder en América Latina, donde la creciente inversión y los lazos comerciales de China han desafiado históricamente la influencia estadounidense. El despliegue de tropas en un punto tan estratégico como el Canal de Panamá subraya la determinación de Estados Unidos por mantener su predominio en la región y contrarrestar la expansión global de su principal competidor. El mundo observa atentamente cómo esta nueva jugada impactará el equilibrio de poder en el siglo XXI.
«Panamá regresa al colonialismo de la ‘quinta frontera’ con el nuevo acuerdo firmado con EE.UU. sobre el Canal».
