Históricamente, el resguardo Jaidukamá ha padecido los embates de la violencia, con trágicas pérdidas humanas causadas por minas antipersonal y municiones sin explotar, forzando a las familias Emberá Eyábida al desplazamiento y al confinamiento en su propio territorio ancestral.

Un fallo trascendental del Juzgado II Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Antioquia ha ordenado la restitución de 3.336 hectáreas al resguardo Jaidukamá, perteneciente al pueblo indígena Emberá Eyábida. Esta significativa decisión judicial, resultado de una demanda interpuesta por el Gobierno nacional a través de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), reivindica los derechos étnico-territoriales de 407 personas, integrantes de 100 familias que ancestralmente han habitado estas tierras.

La sentencia, celebrada por la Dirección Territorial Antioquia de la URT, marca un hito importante al ser el segundo fallo favorable a comunidades étnicas en el departamento. John Jaime Posada Gómez, director territorial de la URT, destacó la relevancia de esta decisión: «Esta decisión es para destacar, pues es la segunda sentencia en beneficio de las comunidades étnicas del departamento. La Dirección Territorial Antioquia busca restituir los derechos del pueblo Emberá Eyábida, sujeto priorizado por los acuerdos de La Habana en lo relativo al capítulo étnico».

Este logro se suma al fallo pionero del 19 de diciembre de 2023, cuando el Juzgado I Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Antioquia restituyó 12.394 hectáreas al Consejo Comunitario por la Identidad Cultural de Mandé, beneficiando a 1.043 personas afrodescendientes en Urrao y Frontino.

Giovani Yule, director general de la URT, subrayó el impacto de estas sentencias en la construcción de paz: «Este tipo de sentencias es un avance para la paz y la armonía de los territorios, pues permite que se generen espacios y procesos significativos para la vida y la reconciliación».

Un Territorio Marcado por la Violencia y el Desplazamiento

El resguardo Jaidukamá ha sido históricamente azotado por la violencia, sufriendo la pérdida de vidas debido a la presencia de minas antipersonal y municiones sin explotar. Esta situación obligó a las familias Emberá Eyábida a abandonar su territorio ancestral y a vivir en confinamiento, lo que obstaculizó la consolidación jurídica del resguardo, su saneamiento y eventual ampliación.

Según informó Posada, el confinamiento impuesto por los artefactos explosivos sembrados por grupos armados ilegales, sumado a las restricciones para acceder a zonas de caza y sitios sagrados, ha afectado profundamente la vida, las tradiciones y el sistema de gobierno propio de estas comunidades indígenas.

Medidas de Reparación y Esperanza para el Futuro

Como medida de reparación integral, el fallo ordena a la URT realizar una entrega simbólica del territorio colectivo en una ceremonia significativa. Este acto estará liderado por las autoridades del resguardo indígena Jaidukamá y contará con la presencia de las entidades estatales responsables del cumplimiento de la sentencia, marcando un nuevo comienzo para la comunidad.

Durante el actual Gobierno, la URT también acompañó la entrega simbólica de 31 hectáreas al resguardo indígena de Papallaqta, en el Cauca, beneficiando a 309 familias. Estos avances evidencian un compromiso creciente con la restitución de derechos territoriales a las comunidades étnicas, sentando las bases para una paz duradera y el reconocimiento de sus derechos ancestrales. La restitución de estas 3.336 hectáreas al pueblo Emberá Eyábida representa un paso firme hacia la justicia y la reparación en el camino hacia la reconciliación en Colombia.