El proyecto, que busca modernizar una de las principales arterias viales de la ciudad, ha enfrentado obstáculos relacionados principalmente con la obtención de la licencia ambiental.
Bogotá
La ampliación de la Autopista Norte, una obra crucial para mejorar la movilidad en la capital colombiana, se encuentra en un punto muerto debido a una serie de desacuerdos y demoras entre el gobierno nacional y la administración distrital.
El proyecto, que busca modernizar una de las principales arterias viales de la ciudad, ha enfrentado obstáculos relacionados principalmente con la obtención de la licencia ambiental. La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) ha concedido a la concesión Accesos Norte II un plazo de 60 días hábiles para entregar información adicional, extendiendo así el proceso de evaluación y retrasando aún más el inicio de las obras. Esta es la segunda prórroga otorgada, luego de que la solicitud inicial de licencia fuera archivada por la ANLA debido a la falta de información técnica.
La ANLA busca claridad sobre cómo la solución propuesta para la ampliación garantizará la protección de los humedales Torca y Guaymaral, y evitará inundaciones en el costado occidental de la vía. Este requerimiento de información técnica ha congelado el plazo de tres meses que tiene la entidad para pronunciarse sobre la solicitud de licencia, generando incertidumbre sobre el futuro del proyecto.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ha expresado su preocupación por estos retrasos, enfatizando la importancia de la ampliación para la movilidad de la ciudad y la región. Galán insiste en que la Alcaldía está comprometida con el proyecto, pero subraya la necesidad de cumplir con todos los requisitos técnicos y ambientales. Además, el alcalde ha señalado que la responsabilidad de agilizar el proceso recae en gran medida en el gobierno nacional y en la ANLA.
Por su parte, el Ministerio de Ambiente ha reiterado su postura sobre la necesidad de que el proyecto cumpla con los más altos estándares ambientales. La entidad defiende la importancia de la resolución del ordenamiento ambiental de la Sabana de Bogotá, argumentando que esta busca garantizar la integridad ecológica de la zona y su adaptación al cambio climático. El Ministerio ha manifestado su disposición a trabajar en coordinación con la Alcaldía, pero ha sido enfático en que la protección de los recursos naturales y el cumplimiento de la normativa ambiental son prioritarios.
Este tira y afloja entre las autoridades nacionales y distritales ha generado un clima de incertidumbre en torno a la ampliación de la Autopista Norte. Mientras los bogotanos sufren a diario los problemas de congestión en esta vía, el proyecto sigue postergándose, atrapado en un laberinto de requerimientos técnicos, evaluaciones ambientales y diferencias políticas.