Bogotá es una ciudad donde difícilmente la mayoría de sus habitantes sobrevive. Sin embargo, los impuestos están a la orden del día, y eso lleva a la capital a ser la más costosa en Colombia.

Se abre el debate por el impuesto de valorización que se cobra por el Distrito, con él se cometen errores por todas partes. Nos han hecho llegar facturas en las que se les exigen pagos millonarios a ciudadanos que viven en la extrema pobreza. Igualmente, conocimos de casos en que dueños de verdaderas haciendas pagan una escasa contribución.

Los cobros han sido hechos como consecuencia de los datos que figuran en los archivos, pero nunca se ha determinado realizar, palmo a palmo, un verdadero censo para corregir los crasos errores.

Los habitantes de Bogotá estamos cansados de pagar impuestos para la realización de obras que no se cumplen, y cuando se adjudican se hacen obras de pésima calidad, que no tienen mayor tiempo de duración. Los recursos se dilapidan, y en otros casos los «carteles» hacen su agosto.

Todos estamos de acuerdo en que las obras son necesarias para el beneficio de la comunidad, pero somos partidarios de que ellas se ejecuten de acuerdo con las solicitudes que presenten los afectados, no por algunos burócratas que desde sus cómodos escritorios buscan beneficiarse a través de la contratación de empresas y particulares, que no se cansan de defraudar a la ciudadanía.

Una de las tantas pruebas de la desidia en las obras está en los famosos andenes del norte de Bogotá, que se hicieron en dos años y ocasionaron accidentes e incomodidades a la gente. Los andenes, que no alcanzan a cumplir su primer año de construidos, en varios sectores se encuentran destruidos como consecuencia de un trabajo mal hecho, con materiales de baja calidad y escaso cemento.

El alcalde Petro reaccionó frente a las críticas surgidas, y anunció que se modificará el cobro de la valorización por obras que se ejecuten, no por las mismas que se hayan proyectado.

La posición del alcalde ha sido respalda por conocedores del tema, ya que en la mayoría de ocasiones se cobra y no se realiza ninguna clase de obra.

Es hora de rendir cuentas sobre los impuestos de la ciudadanía a través de la valorización, que se ha convertido en una fuente de recursos para el Gobierno de turno.

Reversa para valorización 

El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, anunció a través de su cuenta en Twitter modificaciones al proyecto de Acuerdo del impuesto de valorización. «En el proyecto de Acuerdo se debe hacer más énfasis en cobrar obras hechas que las que están por hacer», dice en su cuenta de Twitter. «Que en estratos uno y dos no se deben cobrar valorizaciones. No se deben extender áreas deslegitimando la esencia de la valorización», aseguró el alcalde Gustavo Petro. «La Alcaldía ha dispuesto presentar proyecto de Acuerdo al Concejo reestructurando los proyectos y cobros de valorización», dijo el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en uno de sus trinos.