En en el último año, la Superintendencia Nacional de Salud recibió 76.404 reclamaciones de pacientes crónicos y de alto costo por problemas de autorización.
(EPS) han implementado una estrategia cuestionable: buscar maneras de eludir la atención de pacientes con enfermedades crónicas o de alto costo. Esta «jugadita», como se le ha llamado popularmente, implica dilatar o dificultar los trámites de autorización con el fin de desincentivar a los usuarios y, en última instancia, evitar la responsabilidad financiera que conllevan estos tratamientos.
Marisol Urrutia B.
El Ministerio de Salud y la Superintendencia Nacional de Salud han emitido una circular conjunta de obligatorio cumplimiento que prohíbe explícitamente a las Entidades Promotoras de Salud (EPS), entidades territoriales y prestadores de servicios trasladar a los pacientes la carga de obtener autorizaciones para atenciones de enfermedades crónicas y de alto costo, como el cáncer y el VIH.
Esta medida surge como respuesta a la creciente preocupación por las barreras de acceso que enfrentan los usuarios, y que algunas EPS han utilizado como estrategia para evadir la atención de pacientes con enfermedades costosas. Se ha observado que, al generar demoras y complejizar los procesos de autorización, algunas EPS intentan «zafarse» de la responsabilidad financiera que implican los tratamientos de alto costo. Esta actitud, percibida por los usuarios como un intento de desincentivar el acceso a servicios necesarios, se ha vuelto un punto de tensión recurrente en el sistema de salud.
La circular busca reforzar lo establecido en el Decreto Ley 019 de 2012, que ya prohibía trasladar al usuario el trámite de autorizaciones en casos de urgencias, cáncer, VIH/Sida y poblaciones priorizadas. La urgencia de esta reiteración se evidencia en las cifras: en el último año, la Superintendencia Nacional de Salud recibió 76.404 reclamaciones de pacientes crónicos y de alto costo por problemas de autorización. De estas, 26.445 correspondieron a pacientes con cáncer (34,6%) y 21.896 a enfermedades cardiovasculares (28,6%).
Giovanny Rubiano García, Superintendente Nacional de Salud, enfatizó que la circular es un llamado claro a todos los actores del sistema para eliminar cualquier dificultad o proceso administrativo que genere barreras de acceso a los usuarios. La intención es clara: garantizar que los pacientes reciban la atención que necesitan sin obstáculos burocráticos indebidos.
Se ha observado que, al generar demoras y complejizar los procesos de autorización, algunas EPS intentan «zafarse» de la responsabilidad financiera que implican los tratamientos de alto costo.