Pocos segundos antes del atentado al senador Miguel Uribe Turbay
Rafael Camargo Vásquez
Bogotá, Colombia
El atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay el pasado sábado 7 de junio en el barrio Modelia, occidente de Bogotá, sigue revelando capas de complejidad a medida que avanza la investigación. El incidente, en el que un menor de 14 años disparó contra el político, ha puesto en el centro de la polémica no solo la seguridad de los precandidatos, sino también la posible instrumentalización de menores y una sofisticada planificación criminal.
El Sicario: «Yo Doy los Números»
El autor material del atentado, un menor de edad, fue rápidamente detenido por miembros del esquema de seguridad de Uribe Turbay en el parque donde se realizaba el evento. Imágenes cruciales muestran el momento exacto en que, a las 5:30 de la tarde, uno de los escoltas le dispara al sicario mientras este aún empuñaba el arma.
Tras ser reducido por el equipo de la Unidad Nacional de Protección (UNP), el joven, en un momento de tensión captado por testigos, aseguró que entregaría los números de las personas que ordenaron el ataque. «Déjenme darle los números. Pero si no me sueltan… Déjenme darle los números», imploró el sicario, lo que ha abierto una línea de investigación fundamental sobre la autoría intelectual del crimen. El director de la UNP, Augusto Rodríguez, no descarta la participación de un cómplice.
«Yo lo hice por plata, por mi familia, perdón lo hice por plata, por mi familia».
En el momento en que ya fue aprehendido , tendido en el piso les dijo a los integrantes del esquema de seguridad del líder político de derecha:
«Yo les voy a dar los números. Déjenme levantar y déjenme darles los números. Si no me sueltan, necesito darles los números».
Una Operación Planificada
Los primeros hallazgos de las autoridades sugieren que el atentado no fue un acto espontáneo, sino una operación con «componentes logísticos específicos y una inteligencia criminal desarrollada con días de antelación al evento». Los agresores habrían realizado un seguimiento exhaustivo al candidato, conociendo cada uno de sus desplazamientos.
Testigos afirman que el menor llegó como parrillero en una motocicleta de alto cilindraje, conducida por un hombre que, según se conoció, sería su tío y conductor de Uber, quien ya ha rendido declaración. Las cámaras de seguridad son cruciales para verificar esta versión y rastrear al posible cómplice, y se indaga si al menor le ofrecieron una «fuerte suma de dinero» por ejecutar el atentado.
Fallas en la Seguridad
Una de las primeras líneas de investigación se centra en las fallas en el esquema de seguridad del senador Miguel Uribe. A pesar de contar con un componente mixto de la Policía y la UNP, videos muestran que Uribe Turbay estaba desprotegido en sus flancos y zona trasera, por donde fue atacado el sicario. Ante esto, se ha ordenado la apertura de una investigación disciplinaria tanto en la Policía como en la UNP.
El arma empleada, una pistola tipo Glock de origen austriaco, se ha convertido en una pieza clave. Fuentes de la investigación señalan que es «inusual en acciones de este tipo dentro del país», lo que ha activado protocolos para rastrear su procedencia. Se ha verificado que la UNP no utiliza este modelo de arma, sino que ha sido reemplazada en sus dotaciones.
¿’Outsourcing Delincuencial’
Las autoridades analizan la posibilidad de que un «grupo externo especializado», bajo un esquema de «contratación criminal» (outsourcing delincuencial), haya sido el responsable. Esto implicaría que el atentado fue planificado por el crimen organizado urbano, sin descartar vínculos con mafias tradicionales o estructuras guerrilleras.
Otro elemento crucial es la presencia de varias personas en posiciones estratégicas en el momento del ataque, incluyendo a dos mujeres cuya cercanía y actitud con respecto al sicario han generado preguntas. Se investiga si estas personas estuvieron en eventos anteriores del candidato y se rastrean las cámaras para conocer el momento exacto de su llegada. La distribución de estas personas alrededor del escenario sugiere una «coordinación que permitió al atacante acercarse sin ser detectado oportunamente».
Medidas Gubernamentales y Futuro Judicial del Menor
El Gobierno, por su parte, ha activado un plan de choque y ha anunciado máxima protección a los precandidatos. Mientras tanto, el ICBF acompañará el proceso judicial del menor, cuya instrumentalización en actos delictivos es un fenómeno preocupante en Colombia. El testimonio del menor, bajo custodia y por orden del ministro de Defensa, Pedro Sánchez, es clave para desentrañar los hilos de este complejo atentado.
El sicario Juan Sebastián Rodríguez Casallas de apenas 14 años de edad
