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Tragedia en Texas: 78 MUERTOS DEJAN INUNDACIONES

El Condado de Kerr emerge como el epicentro de este desastre natural, donde se han confirmado 68 de los decesos, incluyendo la desgarradora cifra de 28 niños.

Kerrville, Texas

 Un fin de semana de celebración por el Día de la Independencia en Estados Unidos se ha tornado en una devastadora tragedia para el centro de Texas. Las lluvias torrenciales, inusualmente intensas y alimentadas en parte por los remanentes de la tormenta tropical Barry, provocaron inundaciones repentinas que han cobrado la vida de al menos 78 personas en todo el estado, con la cifra aún en aumento mientras las operaciones de búsqueda y rescate continúan sin descanso.

El Condado de Kerr emerge como el epicentro de este desastre natural, donde se han confirmado 68 de los decesos, incluyendo la desgarradora cifra de 28 niños. La furia del agua se manifestó con crecidas vertiginosas; el río Guadalupe, por ejemplo, elevó su caudal hasta ocho metros en tan solo 45 minutos durante la madrugada del viernes 4 de julio, arrasando con viviendas y vehículos a su paso.

Entre los focos de mayor preocupación se encuentra el Camp Mystic, un campamento de verano cristiano a orillas del río Guadalupe, donde se ha reportado la desaparición de diez niñas y un consejero. Las instalaciones del campamento quedaron completamente devastadas, con edificios destruidos y la vía de acceso arrasada, complicando de manera crítica los esfuerzos de auxilio. Además de Kerr, los condados de Travis (5), Burnet (3), Tom Green (1) y Williamson (1) también han lamentado pérdidas humanas.

Ante la magnitud de la catástrofe, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una declaración de desastre mayor para el condado de Kerr. Esta acción crucial permite la activación de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), desbloqueando fondos federales para asistencia individual –como subvenciones para vivienda temporal y reparaciones– y apoyo a los gobiernos locales, estatales y organizaciones sin fines de lucro para la recuperación de infraestructuras vitales.

Más de 850 personas han sido rescatadas en las primeras 36 horas, gracias al incansable trabajo de equipos de aire, tierra y agua, que utilizan helicópteros, botes y drones para peinar la vasta extensión del río Guadalupe. El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha declarado este domingo como un día de oración para el estado y ha prometido que las autoridades no cejarán en su empeño hasta encontrar a todos los desaparecidos, a pesar de la advertencia de posibles nuevas lluvias que podrían agravar la situación. Nim Kidd, jefe del Departamento de Manejo de Emergencias de Texas, ha reiterado este compromiso.

La rapidez y la ferocidad de las inundaciones han generado cuestionamientos sobre la efectividad de las advertencias. A pesar de que la región es conocida como un «callejón de inundaciones repentinas» y se emitieron alertas, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ha señalado que la vigilancia del Servicio Meteorológico Nacional no logró predecir con exactitud la magnitud de las precipitaciones extremas que superaron los 30 centímetros en apenas 12 horas.

Mientras las familias remueven los escombros en una búsqueda desesperada de sus seres queridos y las redes sociales se llenan de ruegos por información, figuras públicas y organizaciones deportivas, como Troy Aikman y los Houston Texans, han manifestado su solidaridad y apoyo financiero. La situación permanece crítica en Texas, con la comunidad unida en la oración y el esfuerzo por la recuperación en medio de una tragedia sin precedentes.

Entre los focos de mayor preocupación se encuentra el Camp Mystic, un campamento de verano cristiano a orillas del río Guadalupe, donde se ha reportado la desaparición de diez niñas y un consejero.