Colombia ha realizado las mayores incautaciones de droga en el mundo en los últimos tres años
Rafael Camargo Vásquez
Bogotá-Colombia
En una ofensiva constante contra las redes de narcotráfico, el gobierno del presidente Gustavo Petro continúa asestando golpes significativos a las estructuras criminales, mientras algunas fuentes señalan sobre el patrocinio de estas mismas redes a la oposición política. El Ministro de Defensa ha entregado un informe detallado sobre los recientes éxitos en esta lucha.
Una de las operaciones más destacadas se llevó a cabo en Pradera, Buenaventura, Valle del Cauca, donde tropas del Ejército Nacional (@COL_EJERCITO) y la Policía Nacional (@PoliciaColombia) lograron la incautación de media tonelada de marihuana. Este cargamento, que tenía como destino Panamá, pertenecía al grupo armado organizado residual criminal ‘Dagoberto Ramos’, vinculado al cártel de alias Mordisco. La droga era transportada en un vehículo modificado ilícitamente, cuyo conductor confesó estar realizando el envío como «pago de deuda» con la organización criminal. «Así operan estas redes: reclutan, esclavizan y destruyen», afirmó el Ministro. Esta acción impidió que más de 24.000 dosis de marihuana llegarán a Centroamérica, impactando directamente las finanzas de estas estructuras.
Este resultado es parte de una estrategia sostenida del gobierno contra el narcotráfico. En lo que va del año, el Comando Contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales (CONAT_EJC) ha inhabilitado 169 laboratorios ilegales en todo el país. Estos «golpes contundentes» no solo fracturan las finanzas de las organizaciones criminales, sino que también contribuyen a proteger a las comunidades del impacto del narcotráfico.
El Ministro de Defensa enfatizó la determinación y el compromiso de las fuerzas armadas colombianas: «Nada doblega la moral de nuestra tropa. Cada resultado es prueba de que actuamos con más fuerza, convicción y compromiso por Colombia». El gobierno de Petro reafirma así su postura de combate frontal contra el narcotráfico, en un contexto donde las dinámicas entre el crimen organizado y la esfera política continúan siendo objeto de debate y escrutinio.
Así se transporta la droga en Colombia, en carros blindados de las personas que se autodenominan «gente de bien»