La ingeniera Yerly Mozo describe a Bogotá como «un pedazo de cielo» en Colombia. Desde el centro histórico de La Candelaria hasta las zonas más modernas de Teusaquillo y Usaquén, ella ve una ciudad en constante transformación.

Como líder de su generación, Mozo promueve una nueva economía que se basa en la investigación y el urbanismo. Su enfoque se centra en «escucharse más entre la gente», valorando la historia, el patrimonio cultural, la gastronomía y la naturaleza de la ciudad.

El 6 de agosto de 2025, Bogotá cumplió 487 años. La ciudad avanza en proyectos clave como la construcción de El Metro, que promete «un salto de calidad» en la movilidad.

Mozo, una reconocida profesional de la ingeniería, destaca que esta disciplina es fundamental para el desarrollo sostenible de Bogotá. «Los cachacos» —como se conoce a los habitantes de la ciudad— son un punto de referencia que invita a caminar por sus calles, museos, universidades y parques emblemáticos como el Parque de Usaquén, el Parque de la 93, el Museo del Oro y Monserrate.

Con una visión hacia el futuro, la ingeniera apuesta por la inteligencia artificial usada de manera responsable. Desde su «metro cuadrado», como ella lo describe, trabaja por una Bogotá educada desde la ingeniería y abraza la causa de la defensa de los animales. Con los ojos llorosos, recuerda a su perrita Valery, quien falleció recientemente.

Mozo invita a vivir y disfrutar Bogotá en cada una de sus 20 localidades. Su filosofía es que «defender la vida, fortalecer la familia y crear una autopista espiritual» son la base para crear empresas con vocación de servicio. Para ella, la ciudad se fortalece cuando «se escucha más desde sus libros y bibliotecas» y se fomenta el deporte en todas sus disciplinas.

«Hay camino en la capital por conocer y disfrutar. Bienvenidos a los turistas nacionales y extranjeros a una ciudad VIVA», concluye.

«Defender la vida, fortalecer la familia y crear una autopista espiritual»: Ingeniera Yerly Mozo.