Opinión, TOP

Crónica  de Gardeazábal: LA CASA DE MIS NOVELAS

María Eugenia Dávila, actriz y el escritor del Bazar de los Idiotas, Gustavo Álvarez Gardeazábal 

Gustavo Álvarez Gardeazábal

Cartagena

Sepultaron en Tuluá a Alvaro Marmolejo Varela, dueño que fue durante medio siglo del legendario y centenario Teatro Sarmiento y de la casona de La BAZAR DE LOS IDIOTAS y EL PAPAGAYO ,la que por estos días emprende vuelo con mucha fuerza.

Allí en esa casa, descrita desde afuera en la novela de los hijos idiotas de Marcianita Barona, es donde se aparecen en el balconcito a masturbarse y hacer milagros en el momento del orgasmo.

Allí su hermano bastardo, Nemesio Jojoa ,les lanza la bomba que pone punto final a su carrera milagrosa.

Para realizar la telenovela que montó la inolvidable Martha Bossio con María Eugenia Dávila, estuvimos ellas y yo recorriendo la casona que Marmolejo nos mostró con gran cordialidad y que yo no visitaba desde muy niño pero recordaba en mi a veces asustadora memoria.

No he vuelto a la casa de mis novelas, pero en EL PAPAGAYO TOCABA VIOLÍN la recreo de una y otra manera con sus patios y sus laderas, su quebrada y sus mangones y hago vívido el rígido método diario del abuelo que todas las tardes se sentaba en la mecedora, prendía su radio de tubos para oír la BBC y comentaba con mi madre y mi tio Chalo cada noticia, ya fuera de la horrorosa guerra española o de las hordas hitlerianas.

Allí en esa casona, me inventé entonces, que Marcianita, la hija del padre Tascón, enseñara a sus hijos idiotas a concentrar su energía masturbadora para hacer milagros.

Allí me senté en mi imaginación ,como si hubiese vivido al lado del abuelo, a generar el espacio ideal para mis personajes del PAPAGAYO.

Es la casa de La Ribera, la casa de mis novelas,la casa donde murió el abuelo Marcial la noche que volvimos , él y yo,de ir a ver desfilar al cardenal Micara en la explanada de Templete Eucarístico de Cali, aquel día de 1949.