En un emotivo acto, el Gobierno Nacional rindió homenaje a los niños y adolescentes afectados por los conflictos, tanto en Colombia como en Palestina.

Primicia Diario

Bogotá- Colombia

En una jornada marcada por la solidaridad y el compromiso, Colombia conmemoró el Día Nacional de los Derechos Humanos, poniendo el foco en la protección de los niños y niñas víctimas de la violencia en el país y en el mundo. La Plaza de Bolívar se convirtió en el epicentro de un llamado global: «Proteger la niñez es defender la humanidad»..

Dignidad

La fecha, elegida en honor a San Pedro Claver, el jesuita del siglo XVII conocido como el «esclavo de los esclavos» por su incansable defensa de los africanos, sirvió este año para trazar un puente entre el pasado y el presente. Su legado de compasión y justicia social resonó en cada rincón del evento, subrayando la importancia de continuar la lucha por los más vulnerables.

Voces por la infancia

En un emotivo acto, el Gobierno Nacional rindió homenaje a los niños y adolescentes afectados por los conflictos, tanto en Colombia como en Palestina. Este enfoque dual visibilizó las terribles violaciones de derechos que sufre la población infantil, incluyendo el desplazamiento forzado, los ataques a escuelas y hospitales, la mutilación y el reclutamiento forzado. La inclusión de Palestina en la conmemoración no fue un acto casual, sino una declaración de solidaridad internacional y un llamado urgente a la acción global para proteger a los niños en zonas de guerra, un principio fundamental de la Convención sobre los Derechos del Niño.

Simbolismo

La jornada de 2025 trascendió el simbolismo. Entidades gubernamentales y la sociedad civil se unieron para reafirmar el compromiso de colocar a la niñez en el centro de las políticas públicas. Se hizo un llamado contundente a los grupos armados para que excluyan a los niños de los conflictos y a la comunidad internacional para que redoble los esfuerzos de ayuda humanitaria y protección a la infancia en situaciones de crisis.

La inclusión de Palestina en la conmemoración no fue un acto casual, sino una declaración de solidaridad internacional y un llamado urgente a la acción global para proteger a los niños en zonas de guerra