Clan del Golfo o Ejército Gaitanista de Colombia (EGC)

Rafael Camargo Vásquez

Paz 

En un movimiento calificado como un hito para la política de Paz Total, el Gobierno colombiano y el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), antiguo Clan del Golfo, han formalizado sus diálogos en Doha, Catar. Este acuerdo inicial no solo marca el comienzo de una nueva fase de negociación, sino que también establece un plan piloto de desmovilización en cinco municipios clave.

Piloto de paz en Antioquia y Chocó

El plan busca construir confianza entre las partes y pondrá a prueba el proceso en cinco municipios históricamente azotados por la violencia y las economías ilícitas:

Acandí y Unguía, en el departamento del Chocó.

Riosucio y Belén de Bajirá, también en Chocó.

Dabeiba, en el departamento de Antioquia.

El objetivo de esta fase es reducir la violencia, sustituir los cultivos ilícitos de manera voluntaria y transformar las dinámicas de conflicto que han afectado a estas comunidades por décadas.

Compromisos y verificaciones

El documento firmado por Álvaro Jiménez, jefe de la delegación del Gobierno, y Luis Armando Pérez, representante del EGC, incluye compromisos significativos:

Respeto al Derecho Internacional Humanitario: El EGC se comprometió a acatar los principios del DIH y a no interferir en los programas de desminado.

Acompañamiento internacional: El proceso será verificado por la ONU, la MAPP-OEA, la Conferencia Episcopal de Colombia y el Consejo Mundial de Iglesias, lo que añade un componente de credibilidad y supervisión externa.

Sin cese al fuego: A pesar de los avances en la mesa de negociación, el ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez, confirmó que las operaciones de la Fuerza Pública continuarán, ya que no se ha pactado un cese al fuego bilateral.

Este acuerdo, aunque prometedor, es visto como un proceso frágil cuyo éxito final dependerá de la voluntad de las partes para cumplir lo pactado y llevar la paz del papel al territorio.