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Acusaciones de Narcotráfico y Crímenes de Petro y Trump Llevan la Crisis al Borde de la Ruptura: GUERRA ABIERTA ENTRE BOGOTÁ Y WASHINGTON

La tensión es tal que, según fuentes cercanas a la Cancillería, se encuentra bajo seria consideración el rompimiento de relaciones bilaterales.

 

 

Javier Sánchez 

Bogotá, Colombia

La histórica alianza entre Colombia y Estados Unidos, marcada por décadas de cooperación antinarcóticos, ha escalado a una crisis diplomática sin precedentes, avivada por graves acusaciones cruzadas entre el presidente colombiano, Gustavo Petro, y el expresidente estadounidense, Donald Trump. La tensión es tal que, según fuentes cercanas a la Cancillería, se encuentra bajo seria consideración el rompimiento de relaciones bilaterales y la expulsión de las bases militares que EE. UU. utiliza en territorio colombiano.

«Estas acusaciones constituyen un acto de la mayor gravedad y van en contra de la dignidad del Presidente de los colombianos, quien ha liderado y combatido de manera incansable el narcotráfico en nuestro país», expresó el Ministerio, indicando  que durante el actual gobierno se han alcanzado las mayores incautaciones de drogas ilícitas jamás registradas en la historia reciente.

Advierte que las palabras de Trump implican una amenaza a la soberanía de Colombia al sugerir una posible intervención en territorio nacional. Según la Cancillería, tal planteamiento «transgrede todas las normas del Derecho Internacional y la diplomacia» y contradice los tratados que protegen la independencia y la autodeterminación de los países.

La confrontación, que ha polarizado a la opinión pública y la clase política de ambos países, se desató tras las denuncias de Petro. En octubre de 2025, el mandatario colombiano acusó a EE. UU. de posibles «crímenes de guerra» y violación de la soberanía tras el presunto fallecimiento de ciudadanos colombianos en bombardeos estadounidenses en el Caribe dirigidos a «narcosubmarinos». Petro exigió una investigación y sugirió la conexión entre estas operaciones y la desaparición de jóvenes en la costa norte.

Insultos y Amenazas Arancelarias

La réplica de Donald Trump fue inmediata y contundente, escalando el conflicto a un nivel personal e institucional

Trump acusó a Petro de ser un «líder del narcotráfico» a través de sus redes sociales, sin aportar pruebas, generando un profundo rechazo institucional en Colombia.

El senador Lindsey Graham, tras conversar con Trump, confirmó que el expresidente planea imponer aranceles a Colombia como represalia por el supuesto apoyo al narcotráfico. Adicionalmente, Trump anunció la suspensión de «subsidios y pagos a Colombia» destinados a la lucha antidrogas, calificando la ayuda como una «estafa a largo plazo».

Ante la andanada, el presidente Petro se defendió con vehemencia: «Trump está engañado. El principal enemigo del narcotráfico soy yo», rechazando categóricamente los vínculos con actividades ilícitas.

Unidad Nacional en Defensa de la Dignidad

La escalada de amenazas y la posible ruptura de relaciones han provocado una inusual unidad en Colombia, con líderes de distintas orillas políticas defendiendo la soberanía nacional:

El Procurador General de la Nación, Gregorio Eljach Pacheco, salió en defensa de la institucionalidad colombiana y del presidente Gustavo Petro, exigiendo al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentar evidencias que sustenten su acusación de vincular al mandatario colombiano con el narcotráfico.

«Cualquier pronunciamiento que se haga con el señor presidente de la República, calificándolo en esos términos, es un irrespeto a Colombia».

Iván Cepeda, precandidato presidencial  advierte que EE.UU. podría querer provocar una situación de agresión militar en la región.

Así mismo Cepeda responde a Donald Trump; «es una mentira cínica».

Ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez S.: El jefe de la cartera de Defensa subrayó el esfuerzo militar colombiano en la lucha contra el narcotráfico, destacando que, a pesar del alto costo en vidas, el trabajo ha sido «contundente e histórico», con más de 2.652 toneladas de cocaína incautadas durante el actual gobierno.

Claudia López Hernández (Exalcaldesa): Si bien es crítica del gobierno Petro, exigió respeto institucional: «Le pido al presidente de EE. UU. respeto por las instituciones de Colombia, incluida la Presidencia de la República. Los desacuerdos entre nuestros países deben resolverse con espíritu democrático y de cooperación, no con insultos ni amenazas».

Luis Carlos Reyes (Experto Económico): Abogó por un cambio de enfoque, pidiendo a los países consumidores asumir su responsabilidad: «La “guerra contra las drogas” lleva treinta años fracasando. Es hora de que los países consumidores dejen de evadir su responsabilidad, traten la adicción como un problema de salud pública y salven las vidas que se pierden innecesariamente por esta política fallida».

Roy Barreras (Exsenador): Instó a la calma y la firmeza, llamando a la unidad nacional: «La declaración de Trump amenazando a Colombia es de todas las maneras inaceptable. El problema es con Trump no con Estados Unidos. Ante los insultos calma pero firmeza! Es un momento para que TODOS los colombianos unidos, de TODAS LAS ORILLAS, defendamos la dignidad de Colombia».

Mientras tanto los opositores de la derecha de Colombia se declararon aliados de Trump y enemigos de Petro.

En retrospectiva, la «narcotización» de la agenda bilateral ha estado históricamente viciada por denuncias de corrupción en altas esferas, han llevado la tensión a un punto de inflexión que amenaza con dinamitar las relaciones entre Bogotá y Washington.

El mandatario colombiano acusó a EE. UU. de posibles «crímenes de guerra» y violación de la soberanía tras el presunto fallecimiento de ciudadanos colombianos en bombardeos estadounidenses en el Caribe dirigidos a «narcosubmarinos».