Asamblea Nacional Constituyente 2026
Javier Sánchez
Política
El Gobierno anunció la presentación de un borrador de proyecto de ley que busca convocar una Asamblea Nacional Constituyente, iniciando un debate polarizado sobre la reforma total de la Constitución de 1991. El texto fue revelado por el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, desde Shanghái (China), aunque el presidente Gustavo Petro aclaró que el documento es una propuesta inicial abierta a correcciones de las organizaciones sociales.
Propuesta y Alcance de la Iniciativa
La Asamblea estaría integrada por 71 delegatarios con una composición estrictamente paritaria entre hombres y mujeres, incluyendo espacios para «sectores que se proyectan de manera diferente a las clasificaciones binarias sobre el género»
El artículo 3 plantea la reforma total de la Constitución. No obstante, establece límites infranqueables: no se revocará al Congreso y se deberán respetar los tratados internacionales sobre derechos humanos, las normas del Ius Cogens, y el principio de no regresividad en derechos fundamentales y sociales.
La Asamblea sesionará durante tres meses, 30 días después de la declaración de la elección de sus delegatarios por el Consejo Nacional Electoral.
Transformación y la Subordinación Popular
El anuncio ha provocado una inmediata toma de postura por parte de figuras del Gobierno y sectores de la sociedad:
El ministro Montealegre enarboló la bandera de la transformación institucional, asegurando que la Constituyente es necesaria para que el pueblo delibere sobre su futuro y resuelva el «bloqueo institucional que impide el progreso».
El ministro invocó el ideal de la polis de Atenas, defendiendo que es el ciudadano quien debe decidir su destino.
Afirmó que la Constituyente es el espacio para impulsar el programa social que la «caverna no ha dejado desarrollar al primer gobierno de izquierda» en el país.
Precisiones y Subordinación a la Iniciativa Popular
El presidente Petro utilizó su cuenta de X para aclarar la naturaleza del texto legal, enfatizando que la iniciativa se subordina a la voluntad popular y a la Constitución:
«El borrador que hace el ministro de Justicia será corregido por las organizaciones sociales que configuren el comité pro constituyente que recogerá las firmas».
Voces a Favor
El presidente Gustavo Petro ha enmarcado la Constituyente como un ejercicio del «Poder Constituyente», es decir, la voluntad soberana del pueblo, y ha interpelado directamente a los críticos.
El ministro de Justicia, Eduardo Montealegre ha asumido la defensa técnica y política de la iniciativa, justificándola en la necesidad de superar el «bloqueo» y la obsolescencia institucional.
Sindicatos importantes, como la Unión Sindical Obrera (USO) en el sector petrolero, han manifestado previamente su apoyo a la gestión del presidente Petro y a iniciativas que buscan un mayor empoderamiento de los trabajadores y una transformación social.
Voces en Contra
Juan Manuel Galán (Nuevo Liberalismo): Cuestionó la imprudencia e inviabilidad jurídica de convocar una Constituyente tan cerca de las elecciones presidenciales. Calificó la acción como «incendiar la democracia con fósforos electorales» y un «burlarse del Estado de Derecho».
Andrés Pastrana (Expresidente): Rechazó la propuesta categóricamente, calificándola de «inconstitucional, inconveniente, es innecesaria y solo es otra cortina de humo del gobierno» para desviar la atención de otros asuntos.
Angélica Lozano (Senadora): Criticó que el esfuerzo en esta iniciativa solo busca «allanar el camino hacia la reelección presidencial en 2030», cuestionando además la viabilidad y la falta de respaldo ciudadano suficiente.