Paisaje inmortalizado por el tiempo
EL GOLFO, QUE ABARCA TRES PROVINCIAS CUBANAS Y FUE EXPLORADO POR COLÓN,
Texto y fotos
Lázaro David Najarro Pujol.
Primicia Diario Cuba
El Golfo de Guacanayabo, una vasta extensión de agua en el sureste cubano, no solo representa un punto vital para la economía de la isla, sino también un fascinante cruce entre historia, naturaleza y el actual esfuerzo de conservación.
Delimitado por el archipiélago Jardines de la Reina y Cabo Cruz, el golfo toca las costas de Granma, Las Tunas y Camagüey. Su importancia geográfica es innegable, al ser la desembocadura de varios cauces fluviales, incluido el río Cauto, el más caudaloso del país.
Economía y Biodiversidad
Guacanayabo se erige como una de las principales zonas pesqueras de Cuba, destacando la captura de langosta, camarón y especies deportivas como la aguja. A pesar de sus aguas ser poco profundas, alberga extensos arrecifes coralinos de gran valor ecológico.
Sin embargo, su perfil costero bajo y su densa cobertura de manglares lo hacen vulnerable. Estos manglares, esenciales para la biodiversidad, ocultan lagunas y esteros que son el hábitat predilecto de especies como los flamencos rosados.
Legado Histórico en el Caribe
El golfo también es un testigo mudo de la historia del Nuevo Mundo. Cristóbal Colón lo exploró durante su segundo y tercer viaje. Siglos después, su belleza natural fue aclamada por el cronista Antonio Perpiñá, quien lo describió como un lugar «libre de la ‘presencia del hombre’ destructora».
Compromiso Ambiental
Consciente de su fragilidad ecológica, Cuba ha puesto en marcha un ambicioso programa para el rescate y la recuperación de las áreas de mangle del golfo, reforzando la política de patrimonio forestal ascendente de la nación.
La Ruta del Viajero
Para el visitante, el punto de partida ideal es Manzanillo, conocida como la «Ciudad del Golfo», desde donde se recomienda iniciar la travesía. El viaje es una experiencia sensorial, marcada por el susurro del mar, la brisa constante y la vista de cayos de nombres evocadores (Cayo Perla, Bayameses) y un faro solitario que vigila el horizonte.
El Guacanayabo es, en definitiva, un tesoro que combina la riqueza económica con una biodiversidad exuberante, hoy bajo la lupa de la protección ambiental cubana.
Guacanayabo se erige como una de las principales zonas pesqueras de Cuba, destacando la captura de langosta, camarón y especies deportivas como la aguja.
