Guantes quirúrgicos

Robin  Prieto 

No hay un solo día en que, en la práctica médica de cualquier parte del mundo, no se usen los guantes, Pero, alguna vez nos hemos preguntado ¿de dónde salieron, quién los inventó?

Transcurrían los últimos años del siglo XIX y aunque ya se tenía en cuenta el concepto de la asepsia, las cirugías aún se realizaban con las manos «desnudas», sin ninguna protección, lo que causaba infecciones frecuentes en los pacientes.

El Dr. William Stewart Halsted, considerado el padre de la cirugía moderna, trabajaba en el Johns Hopkins Hospital en Baltimore, Estados Unidos; allí, la enfermera que lo asistía en las intervenciones quirúrgicas, desarrolló a causa de los desinfectantes como el fenol y el mercurio una dermatitis severa que preocupó de sobremanera a Halsted, quien pensó entonces en la forma de proteger las manos de Caroline Hampton.

Halsted le pidió a la empresa Goodyear Rubber Company fabricar unos guantes de goma, finos, flexibles y a la medida, fue así como en 1890 se fabricaron los primeros guantes quirúrgicos. No fue una idea científica, sino un acto de amor para preservar la salud y el bienestar de quien más adelante se convertiría en su esposa. Una idea aparentemente sencilla pero tan útil que, hizo que pronto se empezaran a usar guantes en la mayoría de cirugías, dándole a ellas un carácter de esterilidad y logrando disminuir el número de infecciones.

Los guantes iniciales eran gruesos y poco cómodo, pero en 1920, la empresa australiana Ansell Rubber Company, logró fabricar unos guantes más delgados y sensibles, mejorando la precisión quirúrgica. En 1930, se introdujo el látex natural (extraído del árbol Hevea brasiliensis), que ofrecía mayor elasticidad, resistencia y sensibilidad táctil. Durante la Segunda Guerra Mundial, su uso se generalizó, tanto en cirugía como en el cuidado médico general, pero aún eran guantes reutilizables.

Solo fue en la década del sesenta del siglo XX cuando se fabricaron los primeros guantes desechables de látex, impulsados por la necesidad de prevenir infecciones cruzadas, los cuales cobraron más auge con la aparición del VIH/SIDA en la década de los ochenta, cuando los guantes se convirtieron en un elemento esencial de protección para todo el personal de la salud. Actualmente también se fabrican con nitrilo, neopreno y vinilo, de gran utilidad para personas alérgicas al látex.

Los guantes, un invento que actualmente y más allá de la medicina, se emplean en muchas actividades del quehacer diario.