Javier Sánchez
Política
La crisis que sacude al Centro Democrático ha escalado de manera definitiva tras la versión pública y detallada del precandidato Abelardo De La Espriella, quien se ratificó en los pormenores de una reunión que culminó con la fulminante expulsión de Miguel Uribe Londoño del proceso de selección presidencial del partido.
De La Espriella no solo desmintió el vehemente «Ni renuncio, ni me renuncian» de Uribe Londoño, sino que aportó precisión a la intriga.
Ofrecimiento Vicepresidencial
El abogado aseguró que fue el propio Senador Uribe Londoño quien, en Barranquilla, solicitó el encuentro. En la cita, Uribe Londoño presuntamente le manifestó su intención de renunciar a su precandidatura para adherirse a la campaña de De La Espriella.
La conversación, según el relato, incluyó la posibilidad de que Uribe Londoño fuese su fórmula vicepresidencial, un ofrecimiento que el propio De La Espriella le había hecho tres meses atrás. Sin embargo, el abogado cerró esa puerta:
«Yo se lo manifesté en otros tiempos, hoy los momentos son otros, y él ahora es un precandidato de partido amigo, y sobre el tema de la Vicepresidencia ya no es momento»
El Detonante
El hecho decisivo fue la comunicación de este encuentro al líder natural del partido. De La Espriella afirmó que, dada la gravedad de una posible dimisión, consideró que era su «deber» informar al expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Esta notificación actuó como el detonante. El Centro Democrático reaccionó de inmediato y, ante la versión de una renuncia inminente, excluyó de manera formal a Miguel Uribe Londoño de la contienda interna.
La disputa pública confirma el ambiente de «puñaladas traperas» y la profunda desconfianza que reina en el uribismo, dejando la contienda presidencial redefinida solo entre las precandidatas María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín, mientras que Uribe Londoño persiste en negar la versión que lo sacó de la carrera.
