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EL DESCUBRIMIENTO

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Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan”
F. W. Nietzsche.

primiciadiario.com

El algarrobo en Colombia se encuentra en la Costa Atlántica, en las riveras de los ríos Cauca y Magdalena y en los Llanos Orientales en la cuenca del Orinoco; en el departamento de Cundinamarca se observa en el valle del río Magdalena. Habita entre los 0 y 1300 msnm, en el bosque seco tropical, en el bosque húmedo tropical y en el bosque húmedo pre montano. Es una especie nativa y en vía de extinción.

Posee muchas propiedades nutricionales como carbohidratos y se destaca en esta planta la presencia de entre un 40 y un 50% de azúcares naturales, fructuosa, glucosa y sacarosa,  que hacen innecesaria la adición de azúcar refinado que requiere el cacao. Esto hace que sea un alimento energético por excelencia: 313Kcal cada 100 gramos.

Contiene proteínas muy  significativas, sobre todo al mezclarse con otras harinas, como el trigo, el maíz u otros cereales. Si bien la harina sola no puede reemplazar a la carne o los quesos, al mezclarla con un cereal se puede lograr un equivalente al valor de las proteínas animales.

Tiene abundantes fibra y vitaminas A, B1, B2 y D, además no contiene gluten. Posee una cantidad muy alta de minerales entre ellos  el calcio, en cantidades similares a las del queso, seis veces más que el cacao,  hierro, que en el algarrobo blanco es similar al hierro del hígado. Así mismo fósforo, magnesio, Zinc, silicio, potasio y bajo contenido de sodio, 7 veces menso que el cacao.

El consumo de su fruto logra disminuir el apetito, pues actúa como saciante, y por ello es utilizada frecuentemente en dietas.

El tanino, uno de sus componentes considerado un producto tóxico, está siendo ahora revalorizado como antioxidante y potente protector. Pertenece al grupo de los polifenoles y se investiga su acción como neutralizante de las nitrosaminas, refuerzan los capilares, son antiinflamatorios y antirreumáticos.

La harina de algarroba, sin duda, comenzará a ocupar en nuestras ciudades el lugar que, por derecho propio ya tiene desde tiempo inmemorial en nuestros campos.

Como todo alimento natural, resulta un verdadero placer utilizarlo en la preparación de distintos postres. Su olor suave y cálido nos recuerda las familias que trabajan en su recolección que sin duda lo hacen todos unidos, recitando viejas plegarias o cantando tradicionales melodías en agradecimiento al Árbol por excelencia: el algarrobo.