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EDITORIAL

Los indígenas, el presidente y las amenazas

 

Sorprendido quedó el país cuando, desde el Cauca, el presidente Santos anunció que a través de un correo electrónico de la dirigencia de las FARC, se anuncia que habrá un atentado contra el jefe del Estado, como consecuencia de los golpes que le ha ocasionado a los subversivos con la muerte de varios de sus dirigentes.

 

Santos aseguró que las autoridades interceptaron un correo al Bloque noroccidental de las FARC, en el que se asegura que hay que asesinar al primer mandatario a como dé lugar. «…nos debe a Alfonso y a Jorge, y a otros valiosos camaradas, en ese esfuerzo no ahorrar recursos, ni contactos, ni acuerdos, la sangre de los nuestros, el decoro mismo de una organización reclaman una respuesta contundente y radical. Guerra a muerte a la oligarquía que hoy pretende descabezar a la insurgencia suprimiendo a sus comandantes…», dice un aparte de la comunicación interceptada a ese grupo guerrillero.

Después del sorprendente anuncio, Colombia pudo observar cómo el presidente Santos llegó a una reunión con veinte mil indígenas, con todas las garantías del caso.

La presencia del jefe de Estado fue importante, para avanzar en las negociaciones que adelantan las comunidades indígenas con el Gobierno nacional.

Durante la reunión en La María, Cauca, los indígenas presentaron cada uno de los conflictos que viven, como consecuencia de la guerra que se registra en esa región, donde la población civil ha sido la mayor damnificada. Llamaron la atención del Gobierno nacional por el cumplimiento de los acuerdos que se hagan, porque las experiencias del pasado son muchas y malas. Siempre el Gobierno termina incumpliendo los compromisos adquiridos, y por ello las comunidades tienen que realizar cada cuatro años protestas.

En esta ocasión el presidente Santos anunció que su Gobierno trabajará en diferentes frentes, para mejorar las condiciones de los indígenas.

Pero una denuncia grave de ellos es el comportamiento de la Fuerza Pública, en su territorio. Denunciaron que durante el Gobierno de Santos se registran, hasta el momento, 256 desapariciones de indígenas en todo el país, más de 3 mil indígenas desplazados y casos de violación a mujeres y niños por parte de la Fuerza Pública.

«Estamos muy preocupados, pues la situación de los indígenas sigue conducente a un proceso de exterminio físico y cultural. Hemos encontrado que existe una gran responsabilidad de la guerra, por eso aquí queremos hablar de paz», dijo Jesús Chávez, consejero mayor del CRIC.

En consecuencia, y a pesar de las graves denuncias que se han hecho, fue la mejor decisión del Gobierno y del presidente Santos enfrentar el tema de los indígenas, y empezar a buscar soluciones concretas para que esas comunidades puedan volver a vivir en paz.