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EDITORIAL

Día del periodista

 

Por más que el Gobierno nacional y el Congreso, a través de La Ley 918 de 2004, pretendieron cambiar el ‘Día del periodista’, del 9 de febrero al 4 de agosto, los periodistas y algunos sectores de la sociedad seguimos con nuestra fecha simbólica: 9 de febrero.

 

El ‘Día del periodista’ recuerda el miércoles 9 de febrero de 1791, cuando circuló el «Papel Periódico» de la ciudad de Santafé de Bogotá, primer semanario en la historia de Colombia, fundado y redactado por don Manuel del Socorro Rodríguez.

 

El Círculo de Periodistas de Bogotá -CPB-, ha sido quizá la única organización gremial que mediante la celebración destaca la profesión del periodista, con su tradicional premio de «Periodistas para periodistas».

 

Entre las personas y organizaciones que han respetado esta noble profesión, para unos, oficio, para otros, está el gobernador de Cundinamarca, con una tarjeta de felicitación con motivo de la fecha, en la que cita el pensamiento de  Ryszard Kapuscinski, conocido como «El reportero del siglo»: «Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona, se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias».

 

Que la fecha sirva para lograr la unidad del periodismo, en busca de lograr que Colombia tenga un cambio total; que todos contribuyamos a acabar con la cultura mafiosa de la corrupción, que se ha tomado todos los estamentos de la sociedad.

También un llamado a las organizaciones gremiales (que por cierto son muchas), para evitar que se siga menospreciando la capacidad intelectual y laboral de los periodistas, especialmente en los llamados «grandes medios», donde son tratados como mercancías al impedírseles pensar y reflexionar, por cuanto las «directrices» son claras en materia económica, política y social.

 

El periodista debe volver a ser la conciencia del país, como lo fue en el pasado. Los periodistas tenemos la responsabilidad de salvar al país, para que las nuevas generaciones puedan vivir en paz, con progreso y con oportunidades.

 

¡Feliz día, periodistas!; y adelante en la misión de informar con responsabilidad.