La popularidad de Edwin Armando Valencia Rodríguez va en aumento. Se notó a su llegada a Barranquilla.

Nicolás Rojas Holguín

Especial para Primicia

Los grandes medios de comunicación y en general los colombianos tenemos la costumbre de mirar como protagonistas a los jugadores que anotan los goles de los partidos de la selección; pero tanto como ellos, hay jugadores que se han destacado en los partidos recientes de la selección Colombia. Uno de ellos es Edwin Valencia que con su técnica, soberbia, habilidad, recuperación y tranquilidad le ha aportado un gran trabajo al medio campo del combinado nacional. La virosis de Fredy Guarín le abrió las puertas de la titularidad a Valencia y el vallecaucano, tantas veces pedido por el periodismo deportivo y por su nivel en el Fluminense, demostró que no era un asunto casual, a tal punto que se ha convertido en pieza fundamental del equipo colombiano.

Lo cierto es que Valencia se ha ganado un lugar de privilegio, justo en el despegue de Colombia en la eliminatoria. En Chile, donde las luces fueron para James, ‘Teo’ y Falcao, pero donde él, pese a su error en la salida que costó el gol de Matías Fernández, se batió como un león junto a Perea en la zaga durante todo el segundo tiempo.

Pocos recuerdan su pasado como militante del fértil seleccionado juvenil de Eduardo Lara en el 2005 donde allí observaba con paciencia a sus compañeros sentado en el banquillo esperando una oportunidad de saltar al campo de juego. Ahora disfruta las mieles de ser el nuevo eje del seleccionado.

La popularidad de Edwin Armando Valencia Rodríguez va en aumento. Se notó a su llegada a Barranquilla para el juego ante Paraguay. En el aeropuerto Ernesto Cortissoz una nube de periodistas lo asedió y la gente lo buscó para lograr su autógrafo y tomarse una fotografía con él.

Edwin se encuentra en su mejor momento, como muchos en la selección, que poco a poco con la ayuda de todos se va construyendo el camino triunfal hacia Brasil 2014.

Después de los triunfos de la Selección Colombia ante Uruguay, Chile y Paraguay, en los cuales el volante del Fluminense fue una de los jugadores destacados, se ganó un nombre y el respeto de la gran mayoría de la afición, que ahora no pone en duda su titularidad en el duelo contra Camerún, este martes a partir de las 5:00 p.m. en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez.

Recordemos que él empezó con el técnico Juan Carlos Gruesoque un día preguntó desesperado a sus discípulos de la selección juvenil del Valle que quién creía tener facultades de recuperación: un día antes de un partido se lesionaron todos sus volantes de contención. Sólo una persona levantó la mano. Era un delantero, un antagónico: Edwin Valencia, que se acordó de su tío Manuel, defensa del Cali en los años 90 y por quien se motivó a jugar fútbol cuando lo veía por televisión desde su casa en San Antonio de los Caballeros, corregimiento de Florida, Valle. Edwin pensó que era cuestión de emular algo de su tío y se ofreció como alternativa. Es decir, Valencia puede jugar en todos los sectores, sin ningún inconveniente.

Valencia se ha ganado un lugar de privilegio, justo en el despegue de Colombia en la eliminatoria.

Su versatilidad sedujo a José Néstor Pékerman, técnico que lo convocó luego de un letargo que generó un supuesto veto en la selección de Colombia. En 2006, indispuesto porque América no pagaba su salario, decidió solicitar sus derechos deportivos y desde entonces no lo llamaron más por petición extraña del directivo del América de Cali.

Lo que si es cierto, es que, por fortuna para todos los colombianos, Edwin se encuentra en su mejor momento, como muchos en la selección, que poco a poco con la ayuda de todos se va construyendo el camino triunfal hacia Brasil 2014 y con ello, se va identificando el futbol nacional en la órbita mundial.