Belisario Marin, con cuatrocientos pesos, fundó una de las más exitosas empresas de turismo en Colombia

Textos:

Víctor Hugo Lucero M.

Hablar de Belisario Marín es remontarse muchos años a Caicedonia, Valle, donde a sus 18 años era sargento del Cuerpo de Bomberos Voluntarios. De los 21 a los 30 años trabajó como funcionario del Ministerio de Agricultura, en el cargo de promotor de usuarios campesinos, durante el gobierno del presidente Carlos Lleras Restrepo.

Fue desvinculado del Estado cuando contaba 33 años de vida, llegó a Cali sin un peso en el bolsillo. Apenas portaba un reloj de pulsera, que conservaba como una herencia familiar. El reloj terminó en una casa de empeño; cuatrocientos pesos él pudo obtener, pero empezó a construir su sueño, conocer mundo y hacer que los colombianos también conocieran el mundo entero.

La primera actividad en su trabajo de alcanzar los «cielos» para conocer el planeta Tierra fue en un bus urbano de Cali. Allí se subió, el conductor le permitió viajar sin pagar el pasaje. «Señoras y señores, ¿quieren conocer San Andrés?», fue el anuncio que hizo en un bus de la empresa de transporte urbano ‘Papagayo’.

Cuenta Belisario cómo algunos se burlaban de él por buscar su clientela en un bus urbano, mientras que algunas señoras guardaban el papel de propaganda que él repartía; y luego, lo llamaban para conocer detalles del viaje y su respectivo costo. La primera excursión a San Andrés empezó con 20 personas, en la semana siguiente. Fueron cuarenta, y así hasta que alcanzó una cantidad cercana al millar de personas. Tuvo que alquilar un avión para poder cumplir con la demanda de los pasajeros vallecaucanos.

Este hombre, humilde, es uno de los hombres que con mayor frecuencia viaja por el mundo, y se abre otros horizontes a la cultura. Sus excursiones son reconocidas. Los destinos son la mayoría de los países del mundo.

Promotora de Turismo es la empresa que se ha consolidado en el país, y ahora también proyecta su actividad en el exterior, especialmente en Centroamérica. Hoy cuenta entre sus clientes a la Federación Colombiana de Municipios, y allí  interactúa con los alcaldes de las diferentes regiones buscando la manera de ofrecer a un costo asequible la forma de impulsar el turismo tanto nacional como internacional.

Belisario Marín es un hombre ejemplo de la pujanza de la raza colombiana, que siempre está pensando en ir más allá de una meta, con el compromiso de servir a sus compatriotas.