Como estamos aceptando la implementación del nuevo sistema de basuras en Bogota del Alcalde Gustavo Petro quien hoy piensa de una manera y mañana de otra.
Armando Martí
Miembro de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa)
Miembro de la ACP (Asociación Colombiana de Periodistas)
Especial para Primicia
A portas del 21 de Diciembre del 2012, donde la humanidad espera ansiosa si sigue existiendo o no gracias a las profecías Mayas, en mi país también existen toda clase de historias absurdas, irónicas y contradictorias tales como: el fallo del Tribunal de la Haya en donde Colombia perdió más de 80.000 km2 de mar, y lo aceptamos de una forma tan «natural« y «sumisa«,
Y que decir de la Reforma Tributaria, que al igual que la Reforma a la Justicia se está hundiendo, como podría terminar los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, sino aminoran la tensión que las partes producen momento a momento, al desarrollar una agenda compleja y antagónica, en donde lo que menos prevalece es la paciencia.
Para calmar ese desasosiego y quizás como premio de consolación, en donde la premisa sería «mal de otros consuelo de tontos«, me puse en la tarea de buscar historias tanto o más insólitas que las que estamos viviendo día a día, y que indudablemente aminoran nuestro estrés citadino, por el simple hecho de la comparación. He aquí algunos de estos relatos para sorprendernos y aliviarnos de manera segura:
Logró la libertad gracias a sus calzoncillos:
Después de pasar diez meses de cárcel en una prisión hindú, un turista australiano fue liberado, porque la prueba que lo acusaba, la más importante y definitiva, era demasiado «pequeña«.
Andrew Salvador había sido arrestado por tráfico de drogas. Se presentó como prueba acusatoria unos calzoncillos que habían sido utilizados para esconder la droga. Salvador se defendió diciendo que los calzoncillos eran demasiado pequeños para él. Ante una atónita corte el acusado se desnudo y se puso los calzoncillos en presencia de los magistrados y de los testigos para probar que le eran pequeños y que no pertenecían a el. Tras esta demostración fue liberado.
La pierna que oye:
Si se pregunta al inglés Patrick Neary dónde tiene su oreja derecha, se levantará, sin titubear el pantalón. Los cirujanos británicos le han cosido la oreja en la pierna, después de que un perro se la arrancara.
La oreja debe permanecer unida a la pierna derecha durante un periodo de cinco meses, allí el riesgo de rechazo es menor. Después, ésta podrá ser cosida definitivamente en el lugar correcto.
Un pequeño error:
Una joven holandesa de dieciséis años no podía creer lo que veían sus ojos. Tras lavarse el cabello, pudo comprobar cómo sus pelos se quedaban en la bañera y en la toalla. En lugar de utilizar champú, había usado crema depilatoria. Afortunadamente tenía una cabellera abundante que no tardó en repoblarse.
Equivocarse es humano:
Cuando la cuñada de un campesino chino le anunció que había tenido una hija, el hermano llevó al bebé al bosque y lo abandonó, como es la tradición en ese país asiático que rechaza a las mujeres recién nacidas. Al día siguiente, el perro de la familia recogió al recién nacido y lo trajo a la casa. Entonces, el hermano se dio cuenta que era niño y dio una gran fiesta en su casa, celebrando el honor del nuevo miembro familiar.
Fumar es malo para la salud:
Una joven, de 25 años, que tenia dolor de cabeza, se frotó la frente con un producto que contenía alcohol. Seguidamente, encendió un cigarrillo. Verdaderamente, ésta no fue una buena idea teniendo en cuenta que el producto había goteado un poco. La parte alta de sus ropas se prendieron.
Tuvo graves quemaduras en la cara y en la parte alta del cuerpo. La mujer fue llevada a un centro especializado en el tratamiento de quemaduras graves.
Una alergia fastidiosa:
Una recién casada de diecinueve años debió ser trasladada a un hospital del sur de Florida en su noche de bodas tras sufrir trastornos respiratorios, inflamación en las articulaciones y diarrea. Los análisis clínicos, demostraron que era alérgica al esperma de su marido. Con el tiempo encontró el tratamiento adecuado separandose de su esposo y proyectando su segundo matrimonio, pero antes con relaciones pre-matrimoniales.
¡Cuidado, tengo el sida!:
Una joven danesa tuvo una reacción espontánea que es tan ingeniosa como efectiva contra los violadores. Cuando había sido abordada por su agresor en Copenhague, gritó que tenía sida, el violador no tardó en salir corriendo renunciando al delito.
Un violento mordisco:
Todo el mundo sabe que se debe mostrar los dientes para no dejarse pisotear y defenderse. Una mujer en Zimbabwe lo ha interpreto al pie de la letra. Cuando un agente de policía intentó detenerla por venta ilegal de frutas, muerta de la rabia ella le mordió en sus «partes sensibles«. A pesar de los cuidados dispensados, el mordisco fue tan grave que el hombre jamás volvió a levantar la cabeza.
Bibliografía:
Enciclopedia para los momentos de baño: Liberica Editores
Me parece acertado el análisis. Espero que sigan en esa linea buscando otros aspectos