El juez 40 de conocimiento condenó a 5 años de prisión al contratista Julio Gómez, que podría a pagarse en un solo año de prisión acogiéndose a todos los beneficios de rebaja.

La protesta ha sido generalizada por los daños ocasionados a los bogotanos. Los recursos económicos en un alto porcentaje quedan en las arcas de los contratistas del carrusel.

El juez 40 de conocimiento condenó a 5 años de prisión al contratista Julio Gómez, que podría a pagarse en un solo año de prisión acogiéndose a todos los beneficios de rebaja.

 El presunto cabecilla del “carrusel de la contratación” recibió la condena por su responsabilidad en los delitos de peculado por apropiación, interés indebido en la celebración de contratos y peculado por apropiación dentro del escándalo del carrusel de la contratación.

 El juez  consideró que debido a la gravedad de los delitos, en los cuales se atentó contra la administración pública, el contratista debe cumplir su condena en un centro de reclusión, hecho por el cual se ordenó su captura inmediatamente, rechazándole en primera instancia así el recurso de detención domiciliaria o brazalete electrónico.

 El  juez lo condenó a pagar una multa de 68 millones de pesos, basándose en el delito más grave en el que incurrió como lo fue el de interés indebido en la celebración de contratos.

De entrada  el juez le rebajó a la mitad la pena, apoyando el pre-acuerdo que firmó con la Fiscalía y en el cual aceptó los tres delitos imputados, así como la devolución de los 297 millones de pesos en el que fue trazado su peculado.

El Tribunal Superior de Bogotá tendrá que resolver la apelación presentada por la defensa del contratista, hasta entonces gozará de libertad.

 En esta casa de Julio Gómez  se trazan las estrategias jurídicas para lograr al máximo la reducción de la pena mínima que le dieron a uno de los llamados líderes del «carrusel de la contratación».

Algunas fuentes vinculadas al proceso, indicaron que Julio Gómez, estuvo orando durante el juicio y al parecer se le hizo el «milagro» de una pena mínima.