Wilson Ruiz Orejuela
Columnista Primicia
En hora buena y teniendo como aliciente la conmemoración del día Internacional de la Mujer, el Presidente de la República junto con las más altas autoridades gubernamentales suscribieron un Acuerdo que incluye adicionalmente un Plan de Acción que busca acabar, o en el peor de los casos reducir al máximo cualquier forma de violencia contra este género, así como la disminución de los índices de embarazo en adolescentes.
Es positivo resaltar que con este pacto las mujeres de nuestro País, esos seres maravillosos merecedores de que todos los días se les rinda homenaje debido a lo que representan para nuestra sociedad, cuentan con un compromiso serio y decidido del Gobierno Nacional y de las entidades territoriales para brindarles asistencia integral en todos los aspectos que estas requieran por intermedio de la Alta Consejería para la Equidad de la Mujer.
Lo más importante de este acuerdo es que diseña estrategias concretas encaminadas a lograr progresos significativos en la erradicación de cualquier forma de discriminación contra este género, así como la prevención efectiva de los embarazos en adolescentes o embarazos no deseados, y además acabar con la falta de respeto o las prácticas abusivas contra la mujer en todos los escenarios, empezando por el familiar, el educativo, el social e incluso el laboral.
Dentro de las estrategias definidas por este acuerdo se establece una recomendación primordial para los entes territoriales, y es que en los Planes de Desarrollo de estos entes se establezca un Plan de Acción con apropiaciones presupuestales suficientes destinadas a llevar a cabo acciones que promuevan la defensa de los derechos de la mujer, así como el fortalecimiento de las campañas de sensibilización para el respeto a este género y la atención oportuna de las denuncias ante las Comisarías de Familia.
Cabe resaltar la importancia de esta iniciativa en la medida que logra comprometer a los entes gubernamentales con acciones precisas para la protección de la mujer, acciones estas que esperamos logren contrarrestar efectivamente los casos de maltrato y discriminación contra este género, así como los repudiables casos de ataques con ácidos en su mayoría a mujeres que se han presentado en distintas regiones del País y que traen consigo serias repercusiones físicas y psicológicas para quienes son víctimas de estos.
En todo caso las acciones deben ser conjuntas, comprometer a la Familia como núcleo fundamental de la sociedad, a las instituciones educativas como formadoras de seres humanos respetuosos de los demás, a las entidades públicas y privadas como garantes de la igualdad laboral entre hombres y mujeres y a los distintos gremios profesionales y cívicos como guardianes de la participación activa de las mujeres en las iniciativas que comprometan a toda la Sociedad.LugarFechaPublicacion
Colombia y sus políticas, sobre todo las fuerzas militares deben cambiar, porque hoy en día un policía se siente un Dios, frente a los civiles, no hay respeto y desde allí se iniciaría el cambio, la educación y la formación en la familia es la base de la célula de la sociedad, para el cambio.