El polémico senador Roy Barreras, para unos es un camaleón o lagarto, para otros el digno representante de la clase política colombiana. Caricatura: Jorge Restrepo
IMPRESIÓN
RAÚL GUTIÉRREZ GARCÍA
COLUMNISTA
PRIMICIA
Este par de hermanos bolivarianos -con cara de pocos amigos y tocayos- ha envilecido, cada uno por su lado y con su particular estílo el Congreso de la República y la Asamblea Nacional de Colombia y Venezuela respectivamente.
Barreras, como se apellida Roy, se ha ganado el nada honorífico título de lagarto y se ha convertido en un personaje antipático, inclusive, en los círculos de la élite política y gubernamental.
Enfundado en el saco de presidente del Senado promovió la reelección de Alejandro Ordóñez en la Procuraduría General, sin importarle que con ello favorecia cuotas burocráticas de allegados suyos en el Ministerio Público.
Puso una vela a dios y otra al diablo al marginarse de la presidencia durante el debate del proyecto de matrimonio igualitario, que votó negativamente.
Defendió con desparpajo la elección del fallido magistrado de la Corte Constitucional Alberto Rojas, tras conocerse de las andanzas de este.
Médico, poeta y cuerdo, Roy Barreras, es nocivo para la salud de la democracia nuestra.
Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela es de otra especie. Da abrazos de oso al presidente Maduro y de manera atrabiliaria búsca aplastar la oposición.
Su orden de negar el uso de la palabra a quienes no reconocen la legitimidad de la elección del 14 de abril y la conversión de su curul en platea del ring en que ha convertido la Asamblea, lo desnudan como un personaje nefasto para el remedo de democracia de la gran patria de Simón Bolívar.
Tengan en cuenta que los gringos no se duermen…
La misma figura de Roy provoca náuseas. Los politiqueros todos son iguales, robándose los dineros públicos
Soy congresista y no me hace gracia alguna que se burlen de los senadores y representantes que son los voceros directos del pueblo. Yo desafió a quien quiera que saque el mismo número de votos con los cuales fuimos elegidos para que se den cuenta quien tiene el apoyo de la gente. Me parece y censuro como se burlan del excelso presidente Barreras, quien ha logrado poner al congreso en el lugar más alto de la democracia. Hay que perdonar la ignorancia.
Colombia, pobre nuestra patria con delincuentes en la política. Es hora de castigar a los corruptos y elegir una nueva clase de gente preparada para el debate y las ideas y no para enriquecerse ilícitamente.
Quien se dice Demócrata Colombiano y ser congresista, parece que no lee las encuestas sobre la aceptación del congreso.Cuando habla del «Excelso» presidente del congreso, demuestra su servilismo.Es probable no que saque muchos votos sino que los compre, pero algún día el pueblo recapacitará y los sacará como perros de los sagrados salones del Congreso. Tenemos que hacer una campaña puerta a puerta para acabar con éstos sinvergüenzas y nombrar parecidos a Gómez y Vélez, los únicos que votaron en contra de la «reforma a la justicia».En mi concepto, los únicos honestos.