Juan Manuel Campo conservador del Cesar, Diego Alberto Naranjo conservador del Risaralda y Augusto Posada antioqueño de la “U” pretenden buscar la prohibición de las parodias a través de un proceso de ley que buscan en realidad salir del anonimato en el que están sumidos políticamente por ineptos y poca cosa
FRED EMIRO NUÑEZ CRUZ
Columnista Primicia
Gran sorpresa y lo confieso rabia y desazón me causó leer y ver la propuesta infame de tres mal llamados padres de la patria, elegidos por la voluntad popular del pueblo, queriendo callar la genialidad y fino humor de los grandes creativos de la mejor época que vive Colombia en muchos años de su historia laboral de la comunicación, considerada a nivel mundial como una de las mejores.
No en balde se recuerda a los tolimenses, la Escuelita de Doña Rita, el Corcho, el Pereque sólo por citar algunos; hoy hacen carrera la Luciérnaga, las tardes de RCN Radio y la Blu como medios que dinamizan masas y contextualizan la realidad de la Nación por medio del humor, como en televisión lo hace Suso Show, Sábados Felices y cuantos programas de ese género se emiten. Esa es la idiosincrasia de nuestro pueblo, contagiante, alegre, jocosa, burletera es la esencia de todos los estratos y no se reserva admisión. Los medios de comunicación son parte de la cotidianidad de una sociedad que consume aún en alto porcentaje la radio y es ese medio el que nos acompaña en la ducha, en el carro particular, en buses, busetas, puestos de la economía informal, oficinas, altos despachos, en las faenas del campo, cárceles, hospitales, los ñeros, los doctos, los universitarios y sus maestros. Ahora que dos goditos desconocidos y un militante de la “U” quieran aparecer como los salvadores por el respeto de quienes más manosean y engañan a la ciudadanía, los congresistas, pinochos todos, son el improperio en pasta, la culpa de su baja autoestima la tienen ellos mismo por sin vergüenzas y deshonestos.
Juan Manuel Campo conservador del Cesar, Diego Alberto Naranjo conservador del Risaralda y Augusto Posada antioqueño de la “U” pretenden buscar la prohibición de las parodias a través de un proceso de ley que en mi parecer lo que buscan en realidad es salir del anonimato en el que están sumidos políticamente por ineptos y poca cosa en el parlamento colombiano. Olvidan estos señores de marras que la credencial la deben usar para servir a sus votantes y al país sin reparos, con determinación cumpliendo sus promesas las mismas que no aparecen en sus regiones; la inoperancia que los ronda nunca podrán esconderla, mucho menos disimularla a instancia de querer callar a los sólidos artistas, humoristas y periodistas que cumplen sus funciones con un profesionalismo apegado a la triste historia que escriben en letra diminuta la mayoría de representantes y senadores en el mapa del sagrado corazón.
No faltaba más, tres torpes, como los tres tristes tigres, comiendo en el mismo plato, quieren tenderle una trampa a la mejor radio del orbe, a la creatividad de nuestros ingeniosos imitadores, a la libertad de prensa, propia y ya herida en la democracia venida a menos en el territorio que nos vio parir; ellos también nacieron acá, no se si bien paridos, pero su egoísta y maniática pretensión les da el rótulo de aristócratas perdidos en una mar de ilusiones llenas de maldad, inodoras, incoloras e indoloras como sus conciencias. Hoy sugiero a los de buen proceder, a los que amamos lo nuestro, queremos un país en paz, añoramos una nación de libre pensadores no votar nunca jamás por estos caballeros que juegan al morbo de lo polémico, utilizando el arma equivocada. Colombia debe seguir disfrutando por siempre, para siempre de una prensa sin mordaza y lejos de los pensamientos anti libertad de la lengua, las letras y las imágenes. QUE VIVA LA PARODIA Y LA LIBERTAD DE PRENSA.
Felicitaciones al escritor por su franqueza.Si no entienden estos padrastros de la Patria la claridad con que les dicen la verdad,puede ser la razón por la cual están en el congreso.De mi parte el señor? Posada no contará con mi voto.
No creen Uds. señores que en lugar de pedir las farc el ingreso al congreso, les podríamos enviar unos trescientos de éstos?. Así sanearíanos el congreso y ellos engrosarían sus filas.