*Saulo Arboleda Gómez
Columnista
Primicia
Sin duda, los TLCs son herramienta necesaria dentro del proceso de inserción en un mundo globalizado del cual Colombia no puede marginarse, mucho más con la región Asia Pacifico que se perfila como eje fundamental de la economía mundial en el presente siglo. Dentro de este esencial principió, se enmarca el TLC con Corea del Sur firmado en febrero pasado, que será aprobado por las dos cámaras legislativas del Estado Colombiano antes de finalizar el año, lo que permite asegurar que después de la revisión de la Corte Constitucional, entrará en vigencia el año entrante.
En este caso específico, se trata de un TLC en el que Corea es claro ganador, no solo porque del total del comercio registrado en lo que va del 2013 entre las dos naciones, el país Asiático nos ha exportado el 78% y Colombia solo el 22%, sino porque mientras nuestras exportaciones carecen de valor agregado, pues se concentran en materias primas mineras y agricultura, las Coreanas son productos manufacturados, que sustituirán los nacionales, estos sí, con alto componente de mano de obra y de trabajo. En este contexto, a nivel sectorial la gran perdedora es la industria nacional representada en autopartes, ensamble de vehículos, maquinaria, textiles, confecciones, electrodomésticos, productos metalmecánicos y electrónicos, etc., lo que agravará aún más su débil participación dentro del Producto interno bruto y su cada vez menor contribución a la generación de empleo y a la riqueza nacional.
Es que dentro de los catorce TLCs suscritos por Colombia, el firmado con Corea del Sur es el que mayor lesiona y compite directamente con la industria. Algo de consuelo sirve que se hayan establecido procesos de desgravación arancelaria lineal anual -como en el caso del sector automotor que tendrá diez años- lo que al menos da al industrial alternativas de buscar mercados alternos que sustituyan al doméstico, lo cual cada vez se hace más difícil, por la abierta competencia con otros países de mejores índices de eficiencia y productividad; o de dedicarse a otra actividad.
Ojalá nuestros sectores agrícola y ganadero deriven beneficios de este TLC, pero les espera una dura competencia con la Unión Europea, con Estados Unidos y con China, más eficientes y competitivos, que ya proveen al mercado Coreano. Por ello, la amenaza de una invasión de estos productos, sobre todo de la Unión Europea, a nuestro mercado, una vez entre en vigencia el TLC suscrito con esta región, que también empezara a regir el año entrante.
*Exministro de Estado.
DOCTOR SAULO ESE ES UN MITI MITI ENTRE EL GOBIERNO Y LOS ESTADOS PODEROSOS PARA DEFRAUDAR A TODO UN PUEBLO