Purificación, Tolima, es la cuna de Henry Villarraga, el magistrado del polémico Consejo Superior de la Judicatura envuelto en varios escándalos de corrupción, que se vio obligado a renunciar del cargo para evitar un debate en el Congreso, donde las cargas estaban preparadas.
El apodo de «diablo», que el exmagistrado lleva, nació con su abuelo José Dolores Oliveros, un negro enorme y musculoso que caminaba ebrio por el cementerio sin importar la hora. «Era como el mismísimo diablo», según el relato de los pobladores de Purificación, Tolima, de donde también es oriundo el corrupto concejal de Bogotá Hipólito Moreno.