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EL MAL RECUENTO EN UNA NOTICIA ELECTORAL

gustavo_sorprendidoLectores, televidentes y radioescuchas solicitaron que los periodistas que cubran elecciones conozcan los términos que se deben utilizar en dichas jornadas.

 

 

Jairo Cala Otero

Bucaramanga

Primicia

 

 

A la pelotera y división política y social que viven los venezolanos, se suma ahora el gazapo que ronda las salas de redacción de muchos medios masivos de comunicación en Suramérica. En casi todos se usa ─como en un acuerdo consensuado─ el vocablo «reconteo», que es espurio a la luz del vocabulario español.

Con esa palabra (como con muchas más) sucede el conocido «efecto dominó»: basta que una ficha se incline hacia las otras, paradas, para que las arrastre a su caída total. La dichosa palabra «reconteo»  hizo ese efecto porque a alguien se le ocurrió la idea de usarla en algún medio periodístico; y eso bastó para que centenares de periodistas la usen ahora, sin previa consulta al diccionario para confirmar si es legítima o no.

Contribuyo entonces a la aclaración de ese enredo en que se han metido muchos:

Conteo es sustantivo que se deriva del verbo contar, que, a su vez, significa ‘cálculo, valoración’; en América se usa para significar ‘cuenta, acción y efecto de contar’.

En español no es castizo el verbo «recontear», como se lo figuran o imaginan los redactores que hoy usan «reconteo» al referirse a la petición que hiciera el líder de oposición en Venezuela, Henrique Capriles, para que los votos depositados el 14 de abril de 2013 sean recontados (no «reconteados»). Por esa simple razón, «reconteo» no es un sustantivo correcto.

En cambio es legítimo el verbo transitivo recontar, que indica volver a contar lo que ya se había contado. (En aquel caso, votos).

En relación con el sustantivo recuento, hay tres acepciones o definiciones: ‘1. Acción y efecto de volver a contar algo. 2. Inventario (asiento de las cosas pertenecientes a una persona o comunidad). 3. Comprobación del número de personas, cosas, etc., que forman un conjunto’.

Luego los acuciosos redactores de las noticias sobre el rifirrafe electoral en Venezuela tendrían que haber hablado de «recuento de votos», en vez del erróneo «reconteo de votos», que se sigue escribiendo y pronunciando casi hasta punzar los ojos de lectores, y lastimar los oídos de oyentes.

He aquí un par de ejemplos de ese error, tomados al azar entre la maraña de «reconteadores»:

  • «Según el líder, él obtuvo la mayoría de votos en gran parte de las capitales del país, por eso miembros de la oposición y un número elevado de ciudadanos están exigiendo el reconteo de votos». (RCN Televisión, 17 de abril/13).
  • «Un día después de las elecciones y de proclamarse ganador de los comicios, el presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, provocó el pronunciamiento de Henrique Capriles, para un reconteo de los votos, lo que significa que no ha aceptado los resultados electorales». (El Espectador, 16 de abril/13).

Y, curiosamente, en la misma noticia el mismo diario colombiano usa el vocablo correcto, en una combinación que demuestra que el redactor cree que uno y otro término significan lo mismo:

  • «Pastrana le recuerda a Santos que ‘El único miembro del Consejo Nacional Electoral afín a la oposición pidió un recuento, voto a voto, de la totalidad de los sufragios, a lo cual accedieron públicamente y de inmediato los contendores Nicolás Maduro y Henrique Capriles’».

Esta última es una cita textual tomada de una carta que el expresidente colombiano Andrés Pastrana Arango le dirigió al presidente, Juan Manuel Santos Calderón. Pero aunque en tal documento figuraba el vocablo correcto (recuento), los señores de El Espectador no lo usaron en el resto de la noticia. Siguieron apelando al espurio «reconteo». Error para recontar, pues.

En cambio, un ejemplo de corrección semántica lo dio el periódico El Nacional, de Caracas, Venezuela:

«El Consejo Nacional Electoral y la señora Tibisay Lucena, que preside ese organismo, se han negado rotundamente a un recuento manual de los votos, como piden Capriles y toda la oposición». (16 de abril/13).

A ese mal usado sustantivo se añade que otros reporteros, en televisión, cayeron en redundancia al hablar de «comicios electorales» en Venezuela. Eso significa que para tales «enviados especiales» subir para arriba es tan natural como cambiarse de calzoncillos.