Ser hincha de Millonarios lo es todo, le da significado a la vida, nunca fue fácil ir a ver jugar juveniles, sufrir que el equipo estaba a punto de irse a la B.
Jorge Consuegra
Libros y Letras
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En el mundo actual ya no hay que sorprenderse de absolutamente nada, por eso cuando tuve la ocasión de ver a un par de enamorados yendo felices hacia el “El Campín” a uno de los tremendos clásicos y vestidos, ella de rojo y él de azul, dije que todo era posible.
Ambos estudian Periodismo en la Universidad Externado de Colombia y ambos, desde pequeños vienen vibrando por sus equipos del alma; y cada vez que tienen ocasión, se ponen sus camisetas y se pasean por el barrio La Candelaria o entran a clases felices o van el TransMilenio ante la mirada, a veces extraña, de los mismos pasajeros. ¿Se puede vivir en paz el fútbol? No sólo en paz, sino en completa armonía y con inmenso amor.
– ¿Cuál es el recuerdo más lejano que tienen de Santa Fe y Millonarios?
Elena Trujillo: un partido de Santa Fe contra Nacional, aquel 5 -0 el 19 de Julio del 2008; mi papá no me dejo ir por lo «peligrosa» que es la hinchada de Nacional; lo vi y celebré mucho y recuerdo que le lloraba a mi papá por no haberme dejado ir.
Camilo Manrique: una anécdota muy chistosa viendo un partido Once Caldas – Millonarios que Tilger le agarró las huevas al arquero Juan Carlos Henao fueron de los primeros partidos que me sentaba a ver de pequeño y siempre me acuerdo de eso.
– ¿Quién o quiénes les hablaron de los dos equipos en la primera infancia?
ET: mi papá toda la vida ha sido hincha de Santa Fe; lo ha visto campeón 7 veces. En mi casa somos 3 mujeres, 4 con mi mamá, y la única de las tres que salió con este amor por el fútbol fui yo; desde pequeño mi papá me ponía camisetas, o gorras de su equipo del alma.
CM: Nadie. El amor por Millonarios nació en mí solo, siempre viví con mi mamá a quien poco le gusta el fútbol y mi papá es de Santa Fe pero nunca me inculcó el amor hacía algún equipo, simplemente fue verlo en “El Campín” y me enamoré.
– ¿Cuándo fue la primera ida al estadio y contra quienes jugaron?
ET: hace 20 años, lo recuerdo muy bien, cogida de la mano de mi papá y mi hermanita cogida de la mano de mi mamá, caminábamos por los pasillos de esta tribuna y veíamos a la gente comiendo lechona, y tamal. Jugábamos contra el Pereira en esa época el problema de la violencia en el fútbol no se daba. Y las familias iban juntas al Estadio.
CM: fue para un clásico, el partido quedó 0-0 botó penal Daniel Tilger, fue lo único que recuerdo del juego como tal porque todo el tiempo estuve viendo como alentaban los Comandos Azules
– ¿Qué significa para ustedes ser hinchas de sus equipos?
ET: ser hincha de Santa Fe significa, es estar 90 minutos pensando en el marcador, en que cualquier momento se le da vuelta, que podemos ganar o perder, como hincha santafereña aprendí a sufrir hasta el último minuto, que los partidos no se acaban hasta que el juez se lleva el pito a la boca y dice «final» , significa abonarme o conseguir las boletas a tiempo, para poder ir a verlo, ir al estadio a alentar, a cantar, rezar, sufrir llorar, reír a celebrar con otros que tienen la misma pasión. Es acordarse de tantas veces eliminados de un pase a la final en el último minuto, la tan sufrida última fecha en la ciudad de Neiva en la que quedábamos eliminados, los penales de la final de la Copa Colombia la primera final para muchos. Es reírse de las burlas de los amigos ante una goleada en contra. Es recordar ese 15-07-122 y seguir llorando de alegría y que pase ese corrientazo por todo el cuerpo. Es estar en las buenas, en las malas, y en las peores, seguir amando estos colores seguir amando a esta institución.
CM: ser hincha de Millonarios lo es todo, le da significado a la vida, nunca fue fácil ir a ver jugar juveniles, sufrir que el equipo estaba a punto de irse a la B, ver como se lo robaban López y García, hasta el punto que alguna vez dijeron “en una semana liquidamos a Millonarios” y salvo pocas excepciones verlo figurar en el torneo, pero para mi generación así fue, nos tocó sufrir más que celebrar, solo el amor a la camiseta lo puede explicar y como dijo alguna vez Mario Vanemerak esos 2 aritos en el escudo pesan y cuando te enamoras ya no hay marcha atrás lo sigues en las buenas y en las malas, lloviendo con sol lo importante es siempre alentarlo. Mi vida gira entorno a Millonarios no él en ella
– ¿Qué recuerdos especiales tienen del equipo o de un partido?
ET: Recuerdos muchos, como conocer a grandes jugadores como Pandolfi, el «Cachaco» Rodríguez, Leider Preciado, y Agustín Julio; poder ir a verlos entrenar, conocerlos darse cuenta que los jugadores son humanos y también se equivocan; apoyar a Jonathan Copete desde su llegada a Santa y defenderlo siempre, crear una bonita amistad con él. Que aún se mantiene a pesar de que él se encuentre en Buenos Aires; conocer a la que hoy es mi mejor amiga. Carolina, y con ella compartir adentro y fuera del Estadio cosas muy bonitas; pisar la gramilla del estadio “El Campín”, en el primer partido de cuadrangulares del 2012-1… Y darme cuenta de lo que ven lo jugadores al pisar el terreno de juego.
Pero en la retina, en la mente, en el corazón quedo guardado ese minuto 70 del 15 de Julio del 2012, en el que se dejaron atrás 37 años sin ser campeones, donde se dejaron atrás las burlas, donde abrace con fuerza mi papá y le di gracias por hacerme santafereña, ver un estadio completamente rojo, miles de generaciones juntas., ver a mi papá sonreír y acordarse de los otros títulos ver un estadio Dos minutos de adición, el estadio completamente de pie, y junto con esto las lágrimas de felicidad que caían en los miles de hinchas que teníamos ahogados el grito de campeón, por muchos años, a la mente se venían todos aquellos que ya no están en vida, pero que sabemos están presentes desde lo más alto. Pitazo final, la afición estalló en llanto, abrazos y el grito de CAMPEÓN que como dijo mi amigo “Barbas” en esos días antes del título”Tatuar por siempre en la piel ese hermoso día, grabar en mi retina por siempre que siente ser campeón, y que en mis oídos el susurro del viento me haga escuchar esa palabra campeón“.
CM: El 16 de Diciembre cuando Delgado tapa el penal se vienen a la cabeza todos los recuerdos de una vida siguiendo al equipo, el partido en Sao Pablo cuando Morumbi Zapata hizo el gol, el penal de Wason vs Gremio cuando remontamos el año pasado, el gol de Mayer en el último minuto en el clásico y así puedo seguir pero después del 16 de diciembre no hay nada
– ¿Han coleccionado algo sobre Santa Fe o Millonarios?
ET: Autógrafos, camisetas, fotos, revistas, anuarios, boletas, abonos, recortes de periódicos, vídeos.
CM: Camisetas, ahí vamos aumentando la cifra, abonos y boletas
– ¿Qué darían ustedes por sus equipos?
ET: solo sacrificios, dinero, tiempo, amigos. Muchas cosas he dejado atrás… para mi es más importante ir al estadio. Que salir a rumbear. La voz. Si salir sin voz después de cada partido.
CM: la vida en el buen sentido de la palabra, Millonarios se lleva el tiempo, el dinero, en ocasiones la familia, los amigos, se hacen muchos sacrificios para estar siempre en el estadio todos los partidos viéndolo jugar, pero es el estilo de vida que escogí y el que me conoce sabe que primero está Millonarios por encima de cosas que para muchos pueda ser importante
– ¿Cómo son sus familias Santafereñas y de Millonarios?
ET: i familia Santafereña, en la que está mi núcleo familiar y varios primos. Es muy diferente a mí. Mi Papá no regreso al estadio por el constante cambio de horario de la Dimayor, él dice que el fútbol es el plan de día domingo a las 3:15 p.m., entonces pro esa razón se queda en casa, se pone su chaqueta con la que dice que si no se la pone el equipo pierde, es su cábala por decirlo así.Mis hermanas poco van, a veces yo soy la que les digo que me acompañen. Pero si me dicen que no, no hay problema. Mi Primo Andrés y sus cábalas, camiseta bufanda y chaqueta. Abonado a occidental o a veces a oriental falta muy poco por cuestiones de trabajo. Y mi primo Alejandro es un hincha desde la lejanía hace 10 años vive en Orlando, Florida, pero tiene su «altar» rojiblanco.
CM: más que mi familia es todo mi círculo social que es hincha de Santa Fe, mis mejores amigos, mi novia, mi papá, en colegio y en la universidad siempre fue igual, se aprende a ser tolerante a ver otros puntos de vista, a ser auto-crítico en algunos momentos del equipo pero nunca hay peleas fuertes, y como pasó tanto tiempo sin que salieran campeones era irónico tener discusiones por qué el equipo estaba a un punto de los 8 y el otro a 3, conociendo la historia de los 2 equipos y sobre todo de Millonarios que siempre fue el más grande del país.
– ¿Sí es posible vivir en paz tanto unos como otros?
ET: Sí. La pasión por el fútbol es la misma sin importar el color de la camiseta.
CM: Sí es posible, hay que aprender a que en todos los ámbitos de la vida hay gente diferente a uno, no se practican las mismas religiones, las mismas ideologías políticas y lo mismo pasa con los equipos de fútbol, no debe ir más allá de los cantos y groserías en contra del otro equipo que en el estadio es completamente normal que suceda, en ese aspecto si cabe la frase de que el fútbol es solamente un juego
– ¿Qué les pueden decir a los violentos de uno u otro equipo?
ET: he perdido amigos y conocidos por encontrarse «violentos». Mi mensaje es: que piensen en sus familias, que se den cuenta que la camiseta solo nos identifica como hinchas o seguidores de un equipo. Que matarnos por ella no nos hace más hinchas, el amor por la vida debe ir más allá que el amor por la camiseta, al fin y al cabo todos terminamos siendo iguales ante los ojos de Dios. Piensen antes de actuar, piense en el sufrimiento de la familia de esa persona, o piensen que no solo terminan con la vida de una persona sino que también terminan con su propia vida.
CM: Antes de ir a cometer un error piensen en que hay una familia que los espera en casa allá nunca van a entender que mataron a su hijo por llevar una camiseta de fútbol, la euforia y la pasión se mide en quién más alienta en el tablón, no quien tiene más muertos del otro equipo encima, lo primero es visible en la cancha, lo otro solo queda y su conciencia.