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EN COLOMBIA SE VIOLAN LOS DERECHOS HUMANOS

andres2El presidente de la Federación Colombia de Personeros, Andrés Santamaría, sostuvo que en Colombia se violan con frecuencia los derechos humanos. Reveló que es un país donde se matan más de 13 000 personas al año.

 

Víctor Hugo Lucero Montenegro

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El presidente de la Federación Colombia de Personeros, Andrés Santamaría, sostuvo que en Colombia se violan con frecuencia los derechos humanos. Reveló que es un país donde se matan más de 13 000 personas al año. Dijo que para acceder a la salud los colombianos deben instaurar  más de 13 000 tutelas, a fin de buscar protección al derecho a la salud.

¿En  Colombia se violan los derechos humanos?  

En Colombia, claro que se  violan. Es  un país donde  matan más de 13 000 personas en el año, es un país que viola el derecho a la vida, es un país que entabla más de 13 000 tutelas para buscar protección al derecho a la salud, es un país  de los únicos Estados de Latinoamérica y de los pocos del mundo que tiene infracciones a los derechos humanos, es decir, nosotros todavía usamos los derechos humanos porque existe un ejercicio de irregularidad y de conflicto en muchos municipios del país. Este es un país con más de veinte grupos armados ilegales, bandas ilegales que hacen  controles territoriales. Este es un país donde reparamos víctimas en medio del conflicto, las víctimas se siguen desplazando en Colombia.

¿El Gobierno niega la violación de los derechos humanos?

El error del Estado colombiano es que le apostó poco a la institucionalidad de derechos humanos y dejó que el discurso de derechos humanos lo llevara la sociedad  en forma exclusiva; y ciertos sectores políticos del país se apoderaron de ese discurso y el Estado se fue quedando atrás; el Estado vino a  tomar el discurso en materia de derechos humanos,  básicamente, a partir de la Constitución del 91 pues antes de la Constitución del 91  si alguien  hablaba de derechos humanos era tachado de guerrillero, pero cualquier Estado, lógico, tiene que tener una institucionalidad fuerte que los defienda y los promueva.

En consecuencia, ¿sí hay violación de los derechos humanos?

Que hay violaciones, por supuesto, las estadísticas lo muestran. Cali, por ejemplo, en la Personería recibe más de 7 000  denuncias sobre violación a los  derechos humanos; eso solamente en Cali, en donde se matan más de 1 700  personas al año, y de las cuales  el veinte por ciento son  menores de edad,  en su gran mayoría por confrontación entre pandillas.

¿Las Personerías han logrado bajar estos indicativos de violación de los derechos humanos?

Esa es una pregunta difícil de medir, no tenemos un sistema de información. Las personerías no están integradas en un sistema de evaluación de cuántas quejas hacen, individualmente; como son tan pobres, no tienen computador ni Internet, pero yo creo que sería peor. Yo creo que habría mayor número de abusos, mayor grado de vulneración, yo conozco casos muy puntuales de Personerías que interactúan con grupos ilegales desde la perspectiva humanitaria para disminuir efectos de bandas criminales en muchos municipios del país. Los personeros son quienes más tutelas han interpuesto en materia de salud, el mayor número de tomas de declaraciones en Colombia lo han hecho las Personerías, un un ochenta por ciento; el otro veinte por ciento restante son Procuraduría y Defensoría, entonces yo creo que sí hay, nosotros hicimos un cálculo  grosso modo este año y  las personas hicieron más de cien mil intervenciones este año en materia de derechos humanos.

¿Cómo va la Federación de Personeros de Colombia?

La Federación es una institución por mejorar la asistencia y las capacidades de las Personerías. Lo que debemos entender es que en Colombia la única institucionalidad que defiende y promueve los derechos humanos en todos los municipios de Colombia son las Personerías municipales.

¿Los derechos humanos cómo funcionan?

En cualquier Estado existe una importancia de tener comisiones en materia de derechos humanos, es decir, instituciones que representen al Estado en defender y promover los derechos fundamentales de sus ciudadanos.  En el caso de Colombia, los cumplen las Personerías, eso hace parte del sistema de contrapesos moderno.

¿Existe miedo frente a las Personerías?

No se debe tener miedo de que las Personerías sean un órgano de cogobernar o que busquen intereses particulares individuales de las personas, lo que se debe plantear en este momento es cómo ser una figura que sea verdaderamente viable y adecuada en las democracias locales, cuando se busca reformar la figura;  lo que hemos venido proponiendo se busca también reformar la propia institución, no solamente está el presupuesto, sino que sea más eficiente y que al mismo tiempo que llegue a ocupar los cupos de personeros que sean mejores.

¿Cuál es la situación económica de las Personerías en Colombia?

El Estado no nos da ni un solo peso, nosotros recibimos toda la responsabilidad de todos los Ministerios, todos los Ministerios quieren hacer algo en materia de derechos humanos o de política social. Hablan  con la Federación para que les ayuden, pero el Estado no nos da ni un solo centavo, no tenemos ni con qué pagar la luz ni el arriendo.

¿Qué pasa en Colombia con las otras instituciones que dicen defender los derechos humanos?

En el caso colombiano es una función una forma tripartida: Procuraduría, Defensoría y Personería, pero las únicas que logran abarcar todos los municipios de Colombia son las Personerías locales. Son necesarias, han ido en aumento, la institucionalidad en materia de derechos humanos en el mundo va en aumento, los ciudadanos necesitan dónde quejarse, los ciudadanos necesitan dónde asesorarse, la gente necesita quién intervenga por ellos; desafortunadamente, también el Estado es un vulnerador de los derechos humanos y el Estado está representado en tres ejes fundamentales: nacional, departamental y local. ¿Usted se imagina lo que pasa en muchos municipios de Colombia? Los atropellos por acciones que hacen alcaldes determinados, entonces yo creo que eso merece el debate en el país.

El Gobierno nacional sostiene que vamos bien en materia de derechos humanos. ¿Usted qué cree?

El presidente Santos dijo recientemente que Colombia estaba muy bien en materia de derechos humanos y que no necesitaba agencias de Naciones Unidas, como la alta oficina de derechos humanos en Colombia. Entonces, si no necesita de una oficina del alto comisionado de derechos humanos en Colombia es porque tiene una Personería fuerte, la presencia de una alta comisionada que está en países como el Congo, o en países con conflictos armados muy complejos, es porque hay vulneraciones y porque hay una institucionalidad débil. Entonces  tiene que operar la defensa, como los otros organismos institucionales. El Estado colombiano tiene que dar la pelea frente a eso.

¿Los personeros son políticos?

Los personeros no son políticos, las Personerías son  factores institucionales en defensa de los derechos humanos, que salvaguardan los recursos públicos. Lo que pasa es que cuando me sacan a mí los errores y debatimos las debilidades de las Personerías exactamente eso es lo que hay que hacer: debatirlos para encontrar una solución. En lo que no se puede pensar es en que acabando con las Personerías llega la solución, el Estado necesita en todos sus entes territoriales una institución protectora de los ciudadanos.

¿Las Personerías han sido permeadas por los grupos ilegales?

Yo no me atrevo a decir quiénes ahora, yo creo que la ilegalidad llegó a todas las estructuras del Estado. No creo que haya sido exclusiva de una o de otra, en la justicia está, imagínese, en el Ejecutivo nacional, departamental y local está, eso es cierto; negar eso dentro del Estado colombiano es ser uno muy utópico. Claro, me imagino que las Personerías no han sido ajenas  a eso. Quiénes, cuándo y cómo no lo sé, pero claro que sí.

¿En algunos municipios  los personeros son perseguidos por el ejecutivo?

Sí, y amenazados, constreñidos y violentados; los constriñen de varias formas: congelándoles presupuestos para que no los reciban, en otros casos los echan de las oficinas, les sacan sus cosas de las oficinas, en otros casos a las personeras  les han pegado, las han acosado, hay amenazas de muerte, casos bien complejos en todo el país y de eso no se escapa ningún departamento.

¿Algunas voces acusan a las Personerías de extorsionistas?

Grave, y los casos hay que denunciarlos, lo complejo es que no denuncian, sino que somos copartícipes porque se dejan extorsionar y participan de la extorción para que les quiten, eventualmente, supongo, las faltas. Yo he oído sobre muchos casos, pero no hay denuncias,  cuántas investigaciones hay. Yo he oído mucho sobre eso en muchas partes del país, pero no denuncian. La Federación no va en ningún momento a tapar, ni a negar ni a proteger ese tipo de conductas, por supuesto que no debe pasar, pero está mal.

¿El tema carcelario también es grave?

Los que acompañan  las cárceles han sido las Personerías municipales, nosotros, en el caso de Cali, a través de acciones judiciales; Colombia tiene algo muy curioso: el Estado colombiano, si se mira la Historia de las últimas décadas, los grupos vulnerables o las minorías nunca han logrado mejorar sus condiciones a partir de una actitud activa del Estado, es decir, propositiva ella misma, sino a partir de protestas, a través de denuncias y a través de acciones judiciales.

¿Qué decir sobre  los desplazados?

Si tú miras el caso de los desplazados en Colombia, están desde el año 80  y solamente hasta el año 95 o 96 aparecen en Bogotá las «tomas» que hicieron empezaron a tomar decisiones para reconocerlos como víctimas del conflicto, o reconocerlos como sujetos o ciudadanos que merecían atención por un Estado que no ha podido acabar un conflicto armado. Es  la responsabilidad de un Estado.

Cuando las personas se desplazan por un enfrentamiento armado de grupos ilegales la responsabilidad es del Estado, y el Estado colombiano es responsable porque no ha podido terminarlo, guste o no guste pero es verdad. ¿Cómo se hicieron al reconocimiento de sus derechos estas personas? A través de las protestas, a través de las denuncias, a través de la visibilización y, posteriormente, vinieron unas decisiones muy importantes de la Corte Constitucional, pero pocas veces propositivos del Estado colombiano.

¿El hacinamiento en las cárceles es delicado?

Quienes más se han pronunciado sobre el hacinamiento carcelario son los personeros municipales. Todo  el rechazo frente a las debilidades carcelarias en el país lo han hecho las Personerías municipales. En Barranquilla, Medellín, Bogotá y Cali ya ha habido posiciones y  decisiones judiciales para que se obligue al Estado  a mejorar las condiciones en muchas cárceles del país, entre ellas Villahermosa. Han sido acciones de tutela interpuestas por Personerías municipales. Colombia tiene algo, y esa pregunta sobre las leyes, Colombia tiene mucho desarrollo jurídico en muchos temas, en regulaciones, nosotros regulamos todo, hay una  fábrica enorme, y tenemos una gran jurisprudencia, un país rico  especialmente en derechos por la Corte Constitucional, pero las normas jurídicas y la jurisprudencia no son políticas públicas.

¿Usted, como personero y como abogado, considera que en Colombia se están atropellando los derechos del ciudadano común y corriente?

Sí, este es un país criado con odio, somos una sociedad que vulneramos y nos vulneran, crecimos en medio del conflicto y en medio del odio y entre el conflicto y en medio del odio actuamos así. Más del cuarenta por ciento de  los homicidios en Colombia son por intolerancia. Hoy, casualmente, he venido proponiendo al país  por qué no se hace, mañana sale una entrevista en El Espectador,  un plan desarme: hay más de 80 000 armas en Colombia. En una ciudad como Cali en los últimos cinco años se expidieron más de 21 000 salvoconductos. Es una de las cosas que más generan odio;  mañana sale en El Espectador,  me van a dar durísimo, me van a tratar de guerrillero, todo lo que te puedas imaginar, por proponer que no haya armas en manos de civiles, eso demuestra el grado de sociedad en la que estamos.

¿Qué compromisos o promesas tienen del Gobierno nacional las Personerías?

El presidente Santos se ha comprometido, en Armenia, a apoyar financieramente estos organismos.  Lo que pasa es que el compromiso no se ha materializado.

¿Usted no le cree al presidente?

No, no es un tema de creer o no creer. Yo sí le creo, él estuvo en Armenia, fue el primer presidente que estuvo en una convención o asamblea de personeros y expresó que veía con buenos ojos la funcionalidad y que el país tiene una deuda histórica con las Personerías de Colombia. Y dijo dos frases fundamentales, esa fue una, y la segunda frase que dijo fue que no era posible que en esas condiciones de pobreza y abandono sigan trabajando, que eso no está bien.

Otro de los flagelos es la violencia que está creciendo contra las mujeres en Colombia. ¿Qué conoce, que estadísticas manejan sobre el particular?

Cali es la ciudad que tiene más índices de violencia contra mujeres, la mayoría de los incidentes con mujeres son cometidos por hombres. En Cali y en Colombia la mayoría de los asesinatos  de mujeres son cometidos en el hogar, más del 60 %,  y los propios victimarios son personas cercanas a su círculo social y familiar. Como existe una cultura de la violencia contra la mujer en la sociedad y el Estado no ha podido erradicarla, no ha podido erradicar el evento cultural y un  segundo elemento que contribuye en cifras contra la mujer es la ineficiencia  del sistema judicial para sancionar a los victimarios. Victimarios  de mujeres que no son sancionados judicialmente,  con un agravante: las denuncias contra la mujer tiene una ruta y un elemento fundamental de esas rutas cuando la mujer denuncia como víctima es la protección, la mujer denuncia solamente a la persona con quien convive y el Estado no protege.

¿Del  abuso sexual qué hay?

En abuso sexual, 750 son los casos de Cali. Vamos a ver el número de investigaciones de acciones judiciales y es mínimo, entonces no se puede mostrar estas debilidades, verdaderamente yo no veo que vaya a haber una disminución en las cifras de violencia contra la mujer.

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