Acto simbólico en apoyo a los campesinos del Catatumbo. En el escenario quedo el  féretro  con una frase impresa: La paz de los sepulcros,  el cual fue sometido a una sesión de fotografía por parte de la prensa.

La delegación está de luto, de luto en solidaridad con los mártires del  Catatumbo víctimas del terrorismo de Estado, en un país donde supuestamente existe la libertad de expresión impresa en uno de los artículos de la constitución, obviamente  letra muerta, un inciso más que no se cumple, en  esa carta que bien merecido tiene el nombre de colcha de retazos.

De negro, la Delegación de Paz de las Farc-Ep, rindió homenaje a la memoria de  Diomer Angarita, Leonel Jacome, Hermides Palacio y Edinson Franco, por su ejemplo de lucha en defensa de los derechos de los labriegos de Colombia. Un  ataúd, un ramo de flores, un cartel con los nombres de los mártires, fueron algunos de los elementos que hicieron parte del acto simbólico.

Se dio lectura al comunicado del día, continuaron  la difusión de las propuestas  sobre el punto  dos de la Agenda, la participación política, en esta ocasión,  se describieron los numerales 4, 5, 6 y 7, del 1° punto, restructuración democrática del Estado y reforma política; el último numeral se refirió a la necesidad  de reconversión de las fuerzas Militares y la Policía a igual que su doctrina.

En el acto, el público fue receptivo al evento simbólico en apoyo a los campesinos del Catatumbo. En el escenario quedo el  féretro  con una frase impresa: La paz de los sepulcros,  el cual fue sometido a una sesión de fotografía por parte de la prensa. Esto generó un retraso en la entrada de la delegación del gobierno, pues se negó a entrar, hasta no retirar el ataúd del escenario.

Luego se inició la sesión cotidiana en la mesa, las dos delegaciones frente a frente, desde posiciones opuestas, en la difícil tarea de encontrar puntos de encuentro.