Conocer la propia sexualidad enriquece la experiencia de la pareja, y así como la comunicación verbal, en la masturbación,

Luz Andrea Jaramillo Losada

 Psicóloga – Terapeuta Sexual

  Primicia Diario

«Mi pareja no necesita masturbarse porque yo ya le doy lo que necesita». «Si mi pareja tiene necesidad de masturbarse, es que algo va mal en la relación». «Los que se masturban es porque están solos, y hacerlo no es sano».

Estas frases son las que mas escuchamos cuando se habla de la masturbación, posiblemente, o incluso nosotros mismos estemos de acuerdo con ellas. Y es cierto que la sexualidad compartida es una necesidad básica que permite la reproducción, reafirma la intimidad en una relación, ayuda a conocer al otro y/o reduce la tensión sexual entre dos personas. Sin embargo, también cumple funciones individuales, que pueden conseguirse tanto en pareja como en solitario, practicando la masturbación. Tenemos entonces que es un medio para obtener relajación, desahogarnos y evadir tensiones físicas y emocionales. Resultar una vía para explorar nuevas sensaciones y estímulos, entrenar diferentes modos de estimularnos y alcanzar el orgasmo. Es una estrategia de autoconocimiento del cuerpo, de las zonas más y menos placenteras; o simplemente resultar una actividad agradable, en momentos determinados.

Ahora podemos ver que la masturbación practicada en solitario, tiene otras funciones que pueden ser beneficiosas y complementarias a la sexualidad en pareja como el enriquecimiento de la relación sexual, que fomenta el autoconocimiento íntimo, permitiéndonos entrenar y coger confianza con nosotros mismos, ayudándonos a responsabilizarnos de nuestra propia sexualidad. Hace que se reconozcan maneras de estimularnos, técnicas, estímulos o fantasías, que aporten más calidad a nuestras relaciones sexuales.

El hecho de no tener la ‘presión’ del compañero/a, hace que sea una herramienta muy útil para trabajar cualquier dificultad sexual. En el caso de las mujeres que no han experimentado el orgasmo o hombres con disfunción eréctil, la masturbación resulta una buena manera de encontrar estímulos que provoquen excitación, que fomenten la lubricación o la erección del pene. Una persona que eyacula precozmente, por ejemplo, puede entrenar detectando el momento ‘álgido’ anterior al orgasmo y aprendiendo a detenerlo y a posponerlo. Una mujer con dolor durante el coito o miedo a la penetración, puede practicar con un vibrador, controlando en todo momento ella misma las tensiones y sensaciones que puedan ir apareciendo. Recuerden que todo esto es mas enriquecedor para la persona y que después llegara a la pareja la gratificación de alentar a que se practique esta técnica.

Conocer la propia sexualidad enriquece la experiencia de la pareja, y así como la comunicación verbal, en la masturbación, la imaginación juega el papel fundamental para el desarrollo de los placeres en solitario, es por esto que bien dicho es cuando se confirma que «detrás de toda masturbación hay una gran imaginación». Y además, contrariamente a lo que algunas personas piensan, la masturbación no agota el impulso sexual y las ganas de practicar sexo con el otro/a. De hecho, ésta puede ser una buena alternativa, por ejemplo, cuando los ritmos sexuales de la pareja, son distintos. Es decir, cuando uno tiene más necesidad de descarga sexual que el otro y hay un ‘desacuerdo’ en la frecuencia de las relaciones sexuales.

La masturbación como juego sexual puede incorporarse dentro del juego sexual. Aprender a masturbarse delante de la pareja hasta alcanzar el orgasmo, puede resultar un juego muy erótico, a la vez que puede ayudarnos a perder la vergüenza y el miedo a ser observados/as, aunque es mas incomodo para las mujeres, algunos hombres no son tan buenos para mostrarle a sus parejas como se debe hacer o como les gusta , por lo que la tarea también es para ellos.

Para aquellos más tímidos, se puede empezar semi vestidos y con una luz tenue, con los dos miembros de la pareja a la vez. Puede resultar muy estimulante y útil invitar al otro a acariciarse, explicando las mejores maneras de hacerlo y mostrándoselo nosotros mismos. Precisamente, incorporando todo aquello que nosotros hemos ido descubriendo y aprendiendo en solitario, al juego en pareja. De hecho, en terapia sexual, es uno de los retos que se plantea a la pareja y que favorece mucho el conocimiento y la confianza mutua.

Dentro de los limites es el tiempo que se invierte en poder acceder a nuestro cuerpo sin remordimientos o preceptos de toda clase, tanto morales, como religiosos o personales, sin embargo se debe trabajar con paciencia, arriesgando un poco y disfrutando de las sensaciones que es la finalidad, poder generar una sensación satisfactoria y pasar después de ser alumno a maestro de la pareja. Buen día.

«Los que se masturban es porque están solos, y hacerlo no es sano».

«Detrás de toda masturbación hay una gran imaginación».