Juan Sebastián Galindo está protegido por el ICBF. Sus ojos claros de un intenso amarillo brillaban mucho más ese día. Por fin Tenía la herramienta de estudio que tanto había anhelado 

Lilia Plazas Moreno

Especial para Primicia

Sus ojos claros de un intenso amarillo brillaban mucho más ese día. Tenía por fin la herramienta de estudio que tanto había anhelado para la construcción de su gran proyecto, que más adelante, según sus sueños, sería su tesis de grado.

Juan Sebastián Galindo está protegido por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar desde los 5 años y junto a su hermano mayor, fue amado, criado, consentido y educado por mamá Herminia, una madre sustituta de Girardot.

La sorpresa fue grande cuando recibió un computador que tanto había anhelado 

Cuenta que sus mejores recuerdos están a su lado, que su uso de razón está sanamente atado a la Institución y que a pesar de haber sido un niño al que le faltaba parte de su brazo izquierdo desde que nació, siempre fue cuidado y atendido para que su desarrollo integral le permitiera salir adelante a pesar de las dificultades que se le presentaran.

A los 16 años Juan Sebastián fue enviado a Bogotá para que continuara con su educación. Su hermano, ya mayor de edad y bachiller, decide prepararse en el SENA.  Mientras tanto, él terminó sus estudios a los 17 años y se presentó la carrera que tanto añoraba desde muy niño, Arquitectura. Pasó la entrevista en la Universidad Piloto, donde ya completó quinto semestre sin desaprovechar ni un instante la gracia de ser un afortunado universitario.

Juan Sebastián recuerda que cuando sus compañeros del primer semestre le preguntaban cuál era su familia, él contestaba Bienestar Familiar. Le decían, claro en la familia hay bienestar, pero ¿cómo está compuesta su familia?  Juan Sebastián, reía y reía, hasta explicarles que la única familia que tenía, la que había significado todo en su vida y en la de su hermano era la del ICBF.

Todo esto me lo contaba, este joven delgado, de un metro ochenta de estatura, al esperar ansiosamente a las personas que le traerían un regalo esperado. Un computador con la capacidad necesaria para tener instalado el programa Autocad.

–Se da cuenta, por eso le digo… Para mí el Bienestar Familiar ha sido todo y la mejor mamá es el ICBF.

–Juan Sebastián, ¿Será que usted es un campeón hecho en casa?

–Por supuesto. Totalmente. Cuando hablamos con Herminia, pues no dejo de llamarla, comentamos que mi hermano y yo fuimos bendecidos por el Pana Dios. ¿Qué tal si el Bienestar no nos hubiera salvado del maltrato que padecíamos?

Juan Sebastián Galindo cumplirá el 3 de septiembre sus veinte años. Hoy sigue protegido por la Fundación Aldeas, recibe una manutención estudiantil de una ONG española y aspira a ser uno de los mejores arquitectos de Colombia.

El ha sido beneficiario  de ADECOP, a quien le agradece todos los días por su  ayuda mensual para los materiales que requiere como estudiante de Arquitectura y desde hoy por haberle donado el computador como herramienta de estudio. Gracias al Convenio ICBF-ADECOP, seis jóvenes universitarios de la regional ICBF de Cundinamarca cuentan con un apoyo mensual para sus libros y materiales.

Los Hogares Sustitutos del ICBF, están integrados por familias que, motivadas por el amor y la solidaridad, toman la decisión de acoger en sus hogares a niños que fueron maltratados, abusados o abandonados por sus padres o familiares cercanos. Desde Ese momento, estas familias sustitutas se convierten en aliadas del Bienestar Familiar  para la protección y el restablecimiento de los derechos de los menores de edad.

 En la actualidad el ICBF busca 1.500 nuevos Hogares Sustitutos para niños en protección y en el 2013 la entidad invertirá 138 mil millones de pesos en esta modalidad de atención.

Juan Sebastián Galindo cumplirá el 3 de septiembre sus veinte años. Hoy sigue protegido por la Fundación Aldeas, recibe una manutención estudiantil de una ONG española y aspira a ser uno de los mejores arquitectos de Colombia.