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¡NO SOLAMENTE LAS GALLINAS PONEN!

PONIENDO HUEVO 10Para desterrar de las «mentes gallináceas» la idea de la exclusiva reproducción ovípara de las consortes del gallo, hay que señalar que también ponen huevos «la mayoría de los insectos, los peces, los anfibios y los reptiles, así como la totalidad de las aves». Y, por si fuera poca la ponedera, «entre los mamíferos únicamente son ovíparos los monotremas (el ornitorrinco y los equidnas)».

 

 Jairo Cala Otero

Especial para Primicia

 

Una amiga, que pocas veces me llama, lo hizo recientemente; y por tal razón se me hizo extraña esa comunicación. Creí que era para darme una muy buena nueva, o para comunicarme alguna de esas noticias que nadie quiere escuchar, aunque sean indefectibles. Pero no era ni para lo uno, ni para lo otro.

Con tono perentorio, y con el único interés de quitarse un sirirí que una subalterna suya le tiene aplicado cada vez que ella, mi amiga, usa el verbo poner, me dijo: «Hágame el favor de decirle a fulana que el verbo poner es de uso correcto; porque cada vez que yo lo uso, ella me corrige diciendo que ¡las únicas que ponen son las gallinas!».

Y, seguidamente, me puso al teléfono a su subalterna de labores en una institución oficial.

Le expliqué brevemente a la funcionaria ─que usa hasta la saciedad el verbo colocar─ por qué el verbo poner no debe proscribirse, le dije que esa palabra es tan castiza como cualquiera otra de las tantas que conocemos y usamos a diario; y que la tesis según la cual «las gallinas son las únicas que ponen» es una ridiculez del tamaño de un huevo de avestruz, como para que se note.

Y como el asunto lo amerita, esta es la segunda vez que escribo sobre tan descabellada afirmación; y acerca del uso preciso del verbo poner. Lo hago para poner más claridad sobre el tema, y para ver si la contumacia se reduce en su justa proporción; porque aspirar a que se elimine ese erróneo concepto (fruto del desconocimiento sobre la gramática española) es una utopía y un espejismo. Pero, cuando menos, quizás algo se logre.

Lo primero que hay que decir es que el tarugo que sembró la tesis sobre la oviparidad exclusiva de las gallinas, no alcanza a tener la tibieza de los huevos de estas aves, y seguramente no aprobó Biología en el colegio donde estudió.

Un animal ovíparo es aquel cuya «modalidad de reproducción incluye el depósito de huevos en el medio externo, donde completan su desarrollo antes de la eclosión». Para desterrar de las «mentes gallináceas» la idea de la exclusiva reproducción ovípara de las consortes del gallo, hay que señalar que también ponen huevos «la mayoría de los insectos, los peces, los anfibios y los reptiles, así como la totalidad de las aves». Y, por si fuera poca la ponedera, «entre los mamíferos únicamente son ovíparos los monotremas (el ornitorrinco y los equidnas)».

También hay algunos animales que producen huevos secos y los ponen al aire, como los reptiles y los insectos; «los depositan después de haber seguido un procedimiento de fecundación interna. Aquellos que los ponen en el agua (peces, crustáceos, anfibios,…) depositan huevos sin fecundar; la fecundación se produce cuando el macho vierte su esperma entre los huevos mientras la hembra los deposita (fecundación externa).

Entonces, redondeando el asunto, se conocen como ovíparos los animales cuyas hembras ponen huevos (como los reptiles, los anfibios y todas las aves; no solamente las gallinas).

Ahora, para no extenderme tanto, también debo decir que el verbo colocar nos sirve para describir situaciones en las que se produce algún movimiento de traslación de un objeto entre un lugar y otro: «Coloque el libro en el escritorio»; «Baje ese pantalón de allá, y colóquelo en aquel armario».

Con el mismo verbo (colocar) también se indica que alguien o algo se pone en donde corresponde: «Hay que colocar cada cosa en su lugar»; «Quítate la ropa sucia y colócala  en el cesto respectivo».

Se usa colocar para indicar que un dinero se ha invertido: «Jaime colocó todos sus ahorros en un CDT»; «Las cesantías las colocaré en un negocio rentable».

Con este verbo también se dice que alguien se ha puesto en algún estado o empleo: «Petronila se colocó como ama de llaves donde los Gutiérrez»; «Anacleta está colocada  como mucama».

Si se trata de encontrar mercado para algún producto, se debe decir: «Ha colocado su artículo en un periódico».

Fíjese el lector que este verbo ─que muchos rastrillan hasta «empalagar»─ apenas funciona en cinco situaciones específicas; en cambio, el verbo poner tiene cuarenta y cuatro (44) usos. ¡Casi nada la diversidad lingüística! Luego se lo puede poner aquí y allá, y ¡no necesariamente hay que tener huevos a la mano para eso! (Solamente, consultar el diccionario).

Será siempre error decir absurdidades como: «Colóquense de pie»; «Coloquemos nuestros problemas en manos de Dios»; «No se coloque molesto por lo que voy a decir»; «Tenía colocada mi camisa»; «Se colocaron furiosos porque les dije la verdad», etcétera.

Como dije que no iba a ser intenso pongo fin a esta segunda explicación sobre el verbo poner; y coloco punto y final a mi artículo. Lo demás son  ideas apenas del tamaño de un huevo de colibrí.