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NOTA EDITORIAL : DEFENSA

 

Editorial

 

Defensa

Por fin las autoridades judiciales empiezan a pronunciarse a favor de los recursos naturales, y, sobre todo, en defensa de las comunidades más vulnerables.

El histórico fallo del Tribunal Superior del Magdalena, que anulalo actuado por el anterior Gobierno, que se caracterizó pordefender a los poderosos y atacar a los débiles, recibió una censura merecida por parte de la justicia. El fallo se refiere a Los Ciruelos, en el Parque Nacional Tayrona.  Se ordenó suspender la licencia ambiental de Los Ciruelos y los servicios turísticos que presta Aviatur en los sitios sagrados indígenas.

 

La justicia ordenó suspender ese proyecto turístico, que está contribuyendo a la destrucción de la naturaleza, y, sobre todo, atropellando los intereses de los indígenas Tayronas.

 

Los funcionarios del Gobierno anterior que aprobaron toda clase de atropellos contra el medio ambiente y los humildes habitantes donde se están desarrollando los proyectos mineros, industriales y turísticos ahora se encuentran en cargos directivos de las multinacionales, y desde allí defienden lo que saben hacer: estar al servicio de los poderosos.

 

El daño que le hicieron a Colombia, tanto el Gobierno pasado como sus funcionarios, es irreparable para el país. La justicia algún día se deberá pronunciar por las anómalas determinaciones.

 

Pero volviendo al pronunciamiento del Tribunal del Magdalena, se ordena en él que los indígenas deben ser tenidos en cuenta para cualquier determinación que se adopte en sus respectivas regiones. Eso es justo y sano para que un país pueda vivir en completa armonía.

 

Este ejemplo de justicia debe seguirse tomando en las regiones donde ha sido arrasado el ecosistema por la explotación de nuestras riquezas, que todos los días salen del país y nos dejan problemas, miseria y muerte.

Es hora de buscar el apoyo de todos los sectores de la sociedad para lograr que se respete  la naturaleza, y, en especial, a los comunidades que se encuentran en la actualidad sufriendo toda clase de atropellos por parte de empresas nacionales y extranjeras, con la complicidad de un grupo de apátridas que hoy sirven los intereses de los explotadores.