Destacadas, Editorial

NOTA EDITORIAL. VIVIENDA GRATIS.

Editorial

 

Vivienda gratis

El Gobierno nacional entregó, «con bombos y platillos», las primeras unidades de las 100.000 viviendas gratis, anunciadas para los próximos dos años. Los actos de entrega se cumplieron con la presencia del presidente Santos, quien inició así su campaña para hacerse reelegir por cuatro años más.

La vivienda gratis es el anhelo de los colombianos que se encuentran en la miseria, o en tránsito hacia ella. Para aquellos compatriotas va a ser difícil cumplir su anhelo, por cuanto el número de viviendas ofrecidas no soluciona ni el cinco por ciento de las necesidades que en esa materia reclaman los colombianos.

 

Excelente sería que el programa de vivienda se extendiera y llegara a todos los sitios del país, sin discriminación alguna, por cuanto Bogotá fue la ciudad damnificada, por el enfrentamiento de algunos funcionarios del Gobierno nacional con el alcalde Petro Urrego.

 

Sin embargo, hoy se desnuda la necesidad de los colombianos en materia de vivienda; no solamente en quienes se encuentran en pobreza absoluta, sino en otros sectores, donde el pago de arriendo por vivienda constituye la mayor parte del salario que devengan.

 

Varias organizaciones defensoras de las comunidades han solicitado del Gobierno nacional ampliar y extender este programa no solo en época electoral, sino instituirlo para bajar al máximo el déficit en materia de vivienda.

 

El programa debe manejarse con la mayor pulcritud, por cuanto están circulando rumores sobre presumible favorecimiento de unos pocos constructores que, además de pagar su respectivo «peaje», se han comprometido con la financiación de varias candidaturas al Congreso de la República. Varias denuncias han llegado a los organismos de control para evitar que los recursos de vivienda vayan a unos pocos bolsillos.

 

La vivienda es un derecho de los colombianos, y es una obligación del Estado dotar de un techo digno a los colombianos que carecen de él para protegerse y vivir dignamente.

 

La tarea iniciada debe culminar con resultados positivos. Colombia puede llegar a ser un ejemplo en el continente, sobre los programas de vivienda popular.