Para el postconflicto debe haber perdón y reconciliación.
La Iglesia pide a los colombianos sanar las heridas
Para el postconflicto debe haber perdón y reconciliación, de esta manera lo expresaron los obispos del país en la Conferencia Episcopal Colombiana. Señalaron que para que exista el postconflicto todos los grupos alzados en armas deben deponer las armas.
Ante esta pregunta de cómo afrontar el posconflicto, el cardenal Rubén Salazar, manifestó para Primicia que la Iglesia se viene trabajando porque se viene trabajando en darle condiciones de equidad, de perdón, de paz y señaló que se está trabajando por las comunidades. «Pienso que la Iglesia nunca ha dejado de trabajar, siempre ha estado ahí en medios de los problemas, atendiendo a las víctimas».
Luis Felipe Sánchez obispo de Chiquinquirá, reveló que los presos que están el cárcel de Normandía están pidiendo un gesto de pedir perdón a la víctimas. «Eso lo queremos a nivel nacional para exista el postconflicto».
Los altos prelados de la Iglesia Católica indicaron que todos deben contribuir a que existan las condiciones para una paz duradera y verdadera. Monseñor Juan Vicente Córdoba, obispo de Fontibón dijo que es algo muy serio «y ante todo debe existir una claridad grande en la reparación de las víctimas, sino hay reparación el postconflicto vuelve a encender las heridas que se cierran acabando la impunidad», expresó.
El obispo de Engativá, Héctor Gutiérrez, expresó que el problema lo deben atender todos los colombianos, «todo lo que se está haciendo en Cuba es una cosa buena, pero de ahí no sale la paz, porque la paz se les prometió a los hombres y mujeres de buena voluntad, por eso hay que pensar que del conflicto hay que pasar al cambio del corazón», señaló.
Agregó que lo importante es que exista un perdón, reiniciando el país, pero en el corazón y en la familia debe haber un cambio porque de lo contrario todo es pasajero. El obispo de Pereira, Rigoberto Corredor indicó que su zona lo más complicado que hay es que hay un desempleo creciente y el espacio público que es complicado, «la ciudad de Pereira está en un caos total, sobre todo en el centro de la ciudad, y eso hay que mejorarlo», expresó.
Monseñor Corredor sostuvo que Colombia no se ha preparado en conciencia para la paz porque todavía hay mucho rencor y mucho odio, «para el postconflicto, creo que hay dificultades. Tenemos que tener una gran paciencia y preparar los corazones para esto, es una tarea muy grande que la Iglesia debe ayudar», indicó.
Monseñor Fabián Marulanda manifestó que para el postconflicto se debe trabajar para una equidad por la justicia, por el bienestar social, «nosotros tenemos la idea de que la paz se consigue simplemente que la FARC dejen de hacer daño, ese es un aspecto, pero lo otro es lograr la equidad para la parte social y acabar la injusticia».
Nel Beltrán obispo de Sincelejo anotó que en su departamento hay algo muy particular es que la parapolítica ya murió en las elecciones pasadas, «los alcaldes y el gobernador de hoy le apuntan más que a poner remedios como parches, proyectos que apunten a condiciones de vida mejores para los ciudadanos», indicó.
La mayoría de los jerarcas no se mostraron optimistas frente al postconflicto, manifestaron que aún falta, por ejemplo el presidente del Tribunal Nacional Eclesiástico, monseñor Libardo Ramírez Gómez dijo que lo primero es que hay que mirar cuando va a llegar la paz, «lo que se tiene que vivir es el arrepentimiento de los crimines y trabajar por acabar con la corrupción e ir en contra del mal».
El arzobispo de Popayán, Iván Marín, indicó que el Cauca ha sufrido mucho por la violencia e indicó que si se firma la paz, se espera que todos contribuyan a la reconciliación. El arzobispo de Tunja Luis Augusto Castro lo que debe hacer la Iglesia es ayudar que las persona no tengan resentimiento alguno, «este paso se facilita si la guerrilla reconocen los males que se han hecho».
Ugo Puccini, obispo de Santa Marta no se mostró muy optimista y manifestó que para que exista pos conflicto falta mucho tiempo y dijo que apenas se está dialogando con la guerrilla de las FARC, pero falta superar los conflictos con el ELN y con las bandas criminales. «Pero debemos estar preparados para evangelizar».
La reunión anual de la Conferencia Episcopal concluyó con un acto religioso en la Catedral Primada de Colombia, en donde fueron expuestas las reliquias de la hermana Laura Montoya.
Para que exista el postconflicto todos los grupos alzados en armas deben deponer las armas.
La Iglesia viene trabajando porque se viene trabajando en darle condiciones de equidad, de perdón, de paz, ha indicado el arzobispo de Bogotá Rubén Salazar.
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